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A. CERVELLERA
Martes, 13 de septiembre 2022
Valencia. La inflación que lleva meses instalada en la economía valenciana y española tiene una consecuencia directa en la recaudación de los principales impuestos. El incremento de los precios de los diferentes productos ha llevado directamente a que repunten los ingresos de la administración en la Comunitat Valenciana, que se han disparado un 15,6% hasta superar la barrera de los 10.000 millones de euros en los primeros siete meses del año.
Esta es una de las principales conclusiones que arrojan los datos de la Agencia Tributaria, que es la encargada de gestionar el IVA, el IRPF, el Impuesto de Sociedades y otros gravámenes especiales. Los mismos constatan cómo en los últimos meses este proceso se está acelerando. Solo en julio la recaudación se ha incrementado de los 2.915 millones de 2021 a los 3.476 del mismo período de este año.
Se asume que los fondos seguirán al alza en agosto y septiembre, aunque se tiene más dudas sobre la recta final del año, cuando ya se prevé una desaceleración de la economía tras el tirón que ha supuesto el verano. Aunque la misma podría ser compensada por la inflación, que, aunque puede caer levemente, organismos como la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) avanzan que cerrará el año en el 9,1%.
A nivel provincial se presenta una disparidad llamativa. Alicante, cuyos municipios este ejercicio al fin han podido recuperar el músculo turístico que les caracteriza, lidera el incremento de la recaudación con un aumento del 21,8% hasta los 2.632 millones. Con un crecimiento de cinco puntos por debajo se sitúa Valencia, que supera la barrera de los 7.000 millones y se consolida como el principal generador de ingresos para la Agencia Tributaria.
Y en los últimos puestos de toda España se encuentra Castellón. Sus industrias especializadas en el sector azulejero viven un 2022 más que complicado por los elevados precios del gas, que obligan incluso a parar fábricas y aprobar ERTE. Un difícil contexto que ha contribuido a que la recaudación haya caído seis puntos y se sitúe en los primeros siete meses algo por encima de los 700 millones. Pese a ello, en julio se ha reducido algo esta brecha.
Los expertos coinciden en que detrás de estos incrementos en la Comunitat Valenciana y España está la inflación, que tanto en el mes de agosto como en el de julio presentó una tasa interanual del 10,9% a nivel autonómico. Aunque el alza del consumo, en parte gracias a los visitantes internacionales, también ha contribuido, peroe en menor medida.
A nivel nacional también tiene lugar un incremento similar, pero el mismo es incluso más llamativo, ya que los datos valencianos están influidos por el mal comportamiento de Castellón. La recaudación nacional ha aumentado un 15,6% hasta el mes de julio y un 19,2% en este último mes.
Tanto a nivel nacional como regional, la mayor parte de la recaudación proviene vía IVA y, en especial, IRPF. De los 146.235 millones que recaudó la Agencia Tributaria en toda España hasta julio, 52.204 corresponden al IVA y 69.160 a IRPF, lo que representa escaladas de algo más del 17% en ambos casos. Una situación similar ocurre en el caso valenciano, donde la recaudación del IVA ha pasado de algo más de 3.500 millones a 4.000 y la del IRPF de unos 4.300 a 5.100. También repuntan el Impuesto de Sociedades (IS) y el Impuesto sobre la Renta de no Residentes (IRNR), según la estadística.
Ante estos incrementos ha ganado fuerza el debate sobre la necesidad de bajar impuestos. O por lo menos compensarlos de alguna forma con medidas como la deflactación para aliviar los bolsillos de unos consumidores que cada vez cuentan con menos poder adquisitivo frente a un Estado que ingresa más, aunque es una realidad que también tiene algo más de gastos.
Alberto Nuñez Feijoó, líder del PP, ha reclamado en diferentes ocasiones a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, que valore una rebaja fiscal que considera que tiene más argumentos que nunca. Es una realidad que se ha bajado el IVA de la luz y el gas, pero se considera que hay margen para mucho más e incluso para deflactar el IRPF. Esta medida consiste en tener en cuenta el incremento de salarios para ajustar las tablas de ingresos para no terminar pagando más. De momentos en una medida que tan solo ha avanzado que va a tomar el Ejecutivo madrileño presidido por Isabel Díaz Ayuso.
La iniciativa cuenta con el respaldo de entidades de peso como la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), así como el Colegio de Economistas.
Sin embargo, desde el Gobierno no barajan esta opción y se centran en otras medidas para intentar generar menos gastos como la subvención de 20 céntimos para los carburantes, la gratuidad de gran parte de los trayectos de Renfe o las ayudas al transporte metropolitano que implican una rebaja de los precios del 30%.
De forma paralela, se ha aprobado el impuestos a la banca y a las eléctricas para generar más ingresos.
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, abrió el nuevo curso político con la promesa de que realizaría algún tipo de rebaja fiscal que aún no se ha concretado.
En el seno del Consell hay reticencias por parte de Compromís y Podemos, por lo que no se descarta que el anuncio pueda quedar diluido. Hasta el momento, las medidas para hacer frente a la escalada de precios se han centrado más en ayudas a diferentes colectivos y pequeños aplazamientos de pagos como el canon del agua.
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