Hoteles de insectos

Quienes no estén sobre aviso, agricultores o no, se extrañarán de la noticia. ¿Cómo que hoteles de insectos, estamos de broma? Puede parecerlo, es cierto, y por la reciente implantación del término, todavía poco extendido en el sector agrario y en la terminología al uso, también cabe que se piense en ensayos rimbombantes o exagerados. Pero no, el asunto va en serio.

En instalaciones de organismos oficiales, campos de ensayos agrarios y también en grandes explotaciones privadas han comenzado a estar presentes, de un tiempo a esta parte, unas curiosas construcciones artesanales en forma de pequeñas cabañas o barracas al aire libre repletas, en distintos estantes, de cañas, palitroques, bloques de paja y maderos con diferentes formatos y combinaciones.

Cuando el neófito pregunta, sorprendido, qué es aquello, se lo explican: «es un hotel para insectos». Al igual que desde antiguo se ponen en algunos árboles altos pequeñas casetas para que aniden pájaros, la misión de estos nuevos 'hoteles' consiste en que -al menos sobre el papel- sus recovecos sirvan de albergue para insectos y otros agentes considerados como fauna útil o beneficiosa, en tanto que interesa favorecer su multiplicación para que cumplan su papel de aliados contra ataques de plagas agrícolas.

Es, ni más ni menos, que un complemento de las estrategias de lucha biológica que se están multiplicando en todos los ámbitos de la agricultura. Como está mandado, se trata de sustituir la lucha química por el empleo de medios naturales frente a los ataques de insectos, ácaros, hongos, etc., y para ello, además de ir eliminando del mercado los productos fitosanitarios, como todo el mundo sabe que está ocurriendo -y en muchos casos sufriendo, sin alternativas absolutas viables-, se intenta favorecer la proliferación de depredadores que puedan mantener a raya a los elementos dañinos, minimizando así las pérdidas en cosechas.

Se supone que entre los resquicios de esos 'hoteles' han de refugiarse aliados frente a las plagas. Y con esa idea se ponen. Otra cosa es que sean tan eficaces como se espera. A veces, quien los pone en sus campos también expresa sus dudas, pero advierte que «es lo que toca y gusta a las autoridades». Habrá de pasar tiempo para comprobarlo. De cualquier manera, cuesta poco y 'viste' mucho.