La crisis sanitaria originada por la pandemia de coronavirus dará paso en los próximos meses a una verdadera crisis económica. Conforme pueda mejorar la situación a lo largo de 2021 gracias a la vacuna medidas como los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) decaerán y las empresas deberán afrontar el nuevo panorama. En un contexto tan complicado con una demanda resentida por la pandemia, la Generalitat, a través del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), ultima dos grandes fondos para evitar que firmas valencianas se vean abocadas al cierre.
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Tal y como destaca Manuel Illueca, director general del IVF, el primero de los proyector que se quiere sacar a la luz es un fondo de reestructuración de deuda que se ha bautizado como 'Impulsa' y que se prevé que tenga una dotación de en torno a 60 millones, de los cuáles 25 serán de origen público y 35 privados. El objetivo es que la Generalitat lo fomente como un actor más para que empresas de tamaño medio puedan acceder a través de préstamos participativos que se devolverán en el largo plazo. La intención es llegar a unas 25 sociedades ya que las facilidades de acceso lo hacen muy atractivo pese a que sea un mecanismo similar a los que se pueden encontrar en el mercado.
La otra línea que verá la luz en las próximas semanas estará dirigida a aquellas firmas que no puedan acceder a la primera iniciativa por tener una situación aún más delicada y se agruparán bajo el paraguas del Fondo Valenciano de Resiliencia que ha estado en la agenda las últimas semanas por la intención de la multinacional de Abengoa de acceder al mismo si se trasladaba a Valencia. Algo que ya se ha descartado. Tal y como explica Illueca, esta iniciativa tan solo contará con participación pública ya que conlleva un mayor riesgo para el prestamista que el anterior.
Dentro de este marco, gana importancia el programa 'Solventia', que, como su nombre indica, tiene el objetivo de mejorar la solvencia de empresas que se han visto muy afectadas por la pandemia y que ellas o su sector es considerado estratégico para la Comunitat Valenciana. A las diferentes líneas de este proyecto podrán acceder tanto grandes firmas locales que sustenten un importante número de empleos en territorio y que se considera que a medio plazo pueden volver a ser viables como medianas y pequeñas de sectores como el turismo, transporte, ocio o comercio. En cuanto a las de menor tamaño, el objetivo es llegar hasta un millar de beneficiarios.
2020 ha sido un ejercicio especialmente intenso para el IVF ya que se ha pasado de realizar en torno a un centenar de operaciones a casi 500. También se han puesto facilidades a clientes para renegociar cuotas o intereses por la difícil situación y este trabajo marcará el camino a seguir en los próximos meses.
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