Ione Belarra desoye a sus socios de Gobierno y carga de nuevo contra los empresarios

Unidas Podemos parece dispuesto a no renunciar a uno de los caballos de batalla que más agita a sus seguidores y que, además, evidencia de nuevo sus discrepancias con sus socios de Gobierno del PSOE. Ese estar «todo el día a la gresca» que el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, lamentaba este miércoles tras ser preguntado por las críticas de la ministra y líder de Podemos, Ione Belarra, al empresario y presidente de Mercadona, Juan Roig, pronunciadas el pasado sábado en un acto de partido.

Sin embargo, a pesar de esas llamadas de atención de los socialistas, que ya se escucharon el martes por boca de la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, y este mismo miércoles por la vicepresidenta Nadia Calviño, Belarra volvió a cargar de nuevo contra los empresarios.

Y es que la titular de la cartera de Derechos Sociales insistía en su mensaje de que el sector de la distribución y las grandes superficies practican un «capitalismo despiadado».

«No hay nombre propio, por pomposo que este sea, que esté por encima del derecho de la gente de nuestro país a una alimentación asequible y sana, y quiero recordar que, desde que terminó el bipartidismo en España, ya no hay nadie innombrable, tampoco el señor Juan Roig», subrayaba Belarra en una jornada organizada por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza en el Estado Español (EAPN-ES).

A su juicio, los empresarios se han aprovechado de «duras crisis económicas para engordar la cuenta de resultados» e instaba a intervenir la economía. «Lo que acaba con la desigualdad no son los discursos de los grandes empresarios en foros internacionales sino la intervención pública de la economía. Si mucha gente no puede pagar el alquiler o llegar a fin de mes es porque una pequeña élite económica muy poderosa está acumulando demasiado en este país y eso se corrige equilibrando la balanza con políticas públicas», dijo.

Unas palabras que fueron la respuesta a la reflexión que realizó el martes el empresario valenciano al presentar al presidente de AVE, Vicente Boluda: «Somos los que generamos riqueza y bienestar. Si después a los que les toca gestionar lo saben hacer, hay riqueza para todos; si no, hay enfrentamiento».

De nada sirvió el mensaje que Calviño había lanzado a primera hora de la mañana cuando instó a «bajar el tono en general, incluso cuando calificamos declaraciones que se producen en el marco de los partidos políticos, en las que no voy a entrar». Para la también ministra de Asuntos Económicos las empresas «son el corazón» de la economía española y el Gobierno «de ninguna manera» puede trabajar sin contar con ellos, «colaborando y apoyándoles».

Y Patxi López aseguró preferir empresarios que ganen «muchísimo dinero» para que, vía impuestos, aporten a las arcas públicas para hacer políticas sociales. «Para los socialistas, los empresarios son absolutamente respetables en el sentido de que son generadores de riqueza y empleo», dijo. Todo lo contrario que el vicepresidente segundo del Consell, Héctor Illueca, que prefirió imagina «una sociedad sin empresarios» y también consideró «urgente» intervenir el mercado de la alimentación para abaratar la cesta de la compra.

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