Un hombre afectado por la dana, en uno de los cementerios de vehículos. Jesús Signes

La lentitud del Consorcio y la subida excesiva de precios centran las quejas de los consumidores de la zona cero

La falta de profesionales especializados en materias concretas provoca un atasco en el regreso a la normalidad

Javier Gascó

Valencia

Martes, 11 de marzo 2025, 01:56

Desde que la tarde del 29 de octubre la dana arrasó con todo lo que encontró a su paso, diversas cuestiones han centrado las quejas ... de los afectados. Primero fue la desatención por parte de la Administración, luego el incremento de precios de servicios necesarios tras la tragedia y por último, la tardanza en el pago de las indemnizaciones por parte del Consorcio de Compensación de Seguros, que a día de hoy continúa siendo una de las principales preocupaciones entre los vecinos de la zona cero.

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Tanto es así que las organizaciones de consumidores han visto como en los últimos meses los afectados han acudido a sus servicios para tratar de encontrar una alternativa ante la situación actual. Desde la Unión de Consumidores notifican un aumento de las llamadas procedentes de la zona cero en los últimos meses. La mayoría de usuarios ponen el foco en el Consorcio, que, pese a haber duplicado su velocidad de pago, según explicaba el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en una entrevista a LAS PROVINCIAS, sigue sin ofrecer una respuesta lo suficientemente ágil para los afectados por la dana que pretenden recuperar la normalidad.

«La tardanza en abonar las indemnizaciones por parte del Consorico es lo que más llega a las oficinas de consumidores, ya que sin dinero no puedes pagar a profesionales para reparar los daños», indica Franciso Rodríguez, portavoz de la organización.

Las reclamaciones respecto a la respuesta ofrecida por las compañías de seguros estuvo desde el primer momento en el punto de mira de las organizaciones de consumidores. Tan solo un día después de la riada, desde OCU se pedía a los afectados «recopilar todas las pruebas para poder demostrar el origen y consecuencias del daño» para poder reclamar en caso de que se produjese un incumplimiento del contrato.

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Sin embargo, eso no siempre ha sido así. Tras la avenida del agua, las necesidades para limpiar bajos y garajes en las localidades de l'Horta Sud provocaron un aumento del precio de servicios de limpieza particulares. El encarecimiento desmedido de los precios se convirtió en los días posteriores al desastre en una de las quejas más comunes entre los afectados que se ponían en contacto con la Unión de Consumidores. «Hubo empresas y trabajadores autónomos que subieron los precios de forma considerable porque alegaban que eso lo iba a pagar el seguro», explican desde la entidad. Por aquel entonces no solo los particulares reflejaban su indignación, sino que también lo hacían las comunidades de vecinos enteras al ver la factura.

Desde la Asociación Valenciana de Consumidores, también se lanzó una advertencia respecto al incremento de precio de los vehículos de segunda mano en las semanas posteriores a la barrancada. La organización valenciana recomendaba «comprobar la credibilidad del vendedor», «examinar el estado del vehículo» y «probar el coche antes de comprarlo» para evitar estafas.

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Con el paso de los meses, conforme se avanzaba hacia la recuperación, las urgencias pasaron a ser otras y las incidencias seguían llegando, aunque en menor cantidad. En el inicio de la reconstrucción, la falta de profesionales centró las quejas de los consumidores. Instaladores de ascensor, electricistas o fontaneros fueron algunas de las profesiones más demandadas por parte de los afectados.

Sin embargo, las quejas respecto al precio fueron disminuyendo. «El abanico de profesionales que se requiere es más amplio. No es algo tan específico como cuando se trataba de la limpieza y tampoco es una cuestión tan urgente», explica Rodríguez.

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