Muchas luces y algunas sombras para la instalación de placas solares en Valencia

Las instalaciones renovables se han erigido como una alternativa en especial en la Comunitat Valenciana por la disponibilidad de la radiación solar. Un estudio de la firma Otovo asegura que hay un total de 2.808 horas de sol al año en la provincia de Valencia, mientras que en el resto de Europa la media se sitúa en torno a 1.600. Eso sí, para aprovechar esta situación hacen falta materiales que cada vez son más difíciles de conseguir.

El primer punto que hay que tener en cuenta a la hora de optar por una instalación de estas características es la inversión, que es considerable. Paquetes de firmas como Endesa ofrecen seis placas desde 4.000-5.000 euros, lo que se suele considerar el mínimo a invertir. En este caso hablamos de un consumo anual de 3.300 kWh, aunque dependiendo de lo que se gaste en cada caso y la disponibilidad se puede ampliar el dispositivo.

Si un particular opta por un proyecto que además se conecte a la red o que tenga baterías para poder utilizar la energía en horas que no hay luz el precio se dispara y puede doblarse, pero también los beneficios. Esto se debe a que la energía sobrante en determinados momentos del día se devuelve a la red eléctrica y se obtienen descuentos en la factura de forma directa.

El 'boom' que se vive en la actualidad ha llevado a que aumenten los plazos de espera ya que hay materiales imprescindibles para este tipo de instalaciones que llegan a cuentagotas. Desde empresas gestoras como Iberdrola sitúan estos períodos en los seis meses, lo que dilata el proceso respecto a otras ocasiones.

Del mismo modo, la falta de mano de obra en un sector que ha visto como se ha duplicado el volumen de trabajo respecto al año anterior es una realidad. Y no es tan fácil encontrar operarios y personal especializado.

Según los datos de Otovo, en la provincia de Valencia y con las facturas actuales el ahorro puede ser de 1.180 euros al año, por lo que consideran que la rentabilidad está asegurada en un mínimo de tres años. Eso sí, lo más habitual es que los plazos se alarguen hasta los cinco, ya que surgen otros costes indirectos y hay variables que no se pueden concretar al detalle como el precio de la luz. Los expertos avisan que hay que tener en cuenta que una inversión base no implican directamente no pagar el recibo de la luz. De media, permiten abaratarlo entre un 50% y un 70%.

A través de los fondos europeos gestionado por el Ivace se han habilitado ayudas directas de hasta 600€ por cada kWp y 490€ por kWh en la batería. Además, la Generalitat propone rebajas en el IRPF para las personas que apuesten por esta opción. De forma paralela, la mayor parte de los ayuntamientos hacen deducciones de hasta el 50% del IBI y de hasta el 95% en el impuesto sobre construcciones (ICIO).

Un particular puede gestionar los 13 permisos que son necesarios para poder contar con una instalación fotovoltaica (diseño del sistema de la instalación, permiso de acceso y conexión, licencia de obra, etc), pero es una realidad que toda esta burocracia es más fácil llevarla a través de una empresa especializada. Además, en el caso de que sea compartida en una comunidad de vecinos o similar, son necesarios más requisitos. Por otro lado, la instalación solo puede recaer en una firma autorizada.