Ribó se queda solo en su defensa de los mercadillos agrícolas

«Hoy nos hemos reunido con José Manglano, vocal del Mercado de Colón, porque el próximo martes nos convocan a todos los mercados a la concentración en apoyo a los agricultores y en contra de la forma de potenciarlos a través de mercados agroalimentarios. Es un problema de la ciudad, no sólo del Mercado de Colón», explican desde Confemercats, la plataforma que aúna a los once mercados de la capital del Turia: Colón, Ruzafa, Algirós, Central, Cabanyal, Nazaret, Torrefiel, Castilla, Benicalap, Rojas Clemente y Mossen Sorell.

De cara a la concentración frente al mercado de Colón el próximo martes, la asociación ha lanzado el lema 'Sí a la agricultura, no a la competencia desleal' para reivindicar su postura. Tal y como explican, llevan dos años protestando en contra del «agravio comparativo» que suponen estos mercadillos, al situarlos junto a los mercados y con unas condiciones preferentes al estar libres de tasas de ocupación e impuestos.

Por ello, proponen fórmulas alternativas que den salida a estos productores, la mayoría de ellos particulares con huertos urbanos –según Confemercats–, como que se ocupen los 200 puestos de venta que están vacíos actualmente en los mercados tradicionales o que se cree una plataforma digital de venta directa. «Otra opción es potenciar, dentro de los puntos de venta de tiendas de barrio y de los mercados, unos corners para que vendan sus productos», explican desde la asociación.

«Se han instalado cuatro mercados agroalimentarios en cuatro zonas de la ciudad que también pueden afectar al pequeño comercio de alimentación de nuestros barrios», agregan desde Confemercats, que insisten en su postura «a favor de los agricultores» y de «trabajar conjuntamente para vender sus productos a unos precios y en unas condiciones dignas».

La resistencia de los vendedores a este tipo de mercadillos ha sido frontal desde el primer momento. Desde el Mercado de Colón aseguraron que nadie les consultó nada y se encontraron con el anuncio de que todos los martes habrá puestos de productores en la calle Martínez Ferrando casi de sopetón, sin tiempo para valorar posibles opciones. José Manglano, vocal de la Asociación de Mercaderes del Mercado de Colón y propietario de Charcuterías Manglano, ya advirtió que cree que con el mercado no venderán en toda la semana y recordó que los vendedores del subsuelo del mercado «son tan primarios como cualquiera».

Precisamente, Mercedes Gayet Canós, presidenta de Confemercats, mandó una carta a Ribó la semana pasada donde exponía los argumentos de su postura contra este mercadillo al lado del de Colón, que será el primero tan cerca de un mercado municipal. «Tener muy próximo un mercadillo que compite directamente con el mercado, perjudicará sin duda, a unos negocios que son empresas familiares, históricas, por las que han pasado varias generaciones, que se verán afectadas por una competencia desleal, provocando un impacto directo en sus negocios, cuya viabilidad económica ahora mismo se resiente por la crisis energética, e incremento de materias primas, a lo que se sumará ahora la instalación de este mercadillo y su posible impacto en la demanda interna», reza en la misiva.

Además, Gayet reprochó al Ayuntamiento la ausencia de «una escucha activa» y solicitó diálogo. El pasado viernes, Ribó accedió a una reunión, aunque con un margen escaso de cara a la apertura, lo que lleva a pensar a Manglano que «no parece» que vayan a dar marcha atrás con el proyecto al convocarlos «demasiado tarde».