El metal valenciano se desploma tras la dana y la caída de las exportaciones

Al impacto de factores externos que en los últimos años han complicado la actividad, como son los elevados costes laboras, la falta de mano de obra cualificada o el coste de la energía, se suman dos nuevas cuestiones que han llevado al sector metalúrgico a cerrar el curso «en números rojos».

Por un lado, la «drástica reducción» en el número de exportaciones propiciada sobre todo por la disminución de las compras por parte de los cinco principales mercados resulta clave para entender los números del sector. «Destaca la caída de exportaciones en los principales mercados del metal como son el alemán, francés, norteamericano e italiano. Queda ver cómo afectará a las exportaciones las medidas arancelarias impuestas por Trump a Europa», indican desde la patronal.

El momento de incertidumbre que atraviesa la industria del automóvil tiene una incidencia directa en la reducción de las exportaciones. Desde Femeval destacan el impacto provocado por la reducción en la exportación de vehículos y componentes. Cabe recordar que Ford Almussafes cerró el año con su peor cifra de producción desde su llegada a la Comunitat.

Por si la situación de la industria de la automoción no fuese suficiente lastre para el sector del metal, la dana del pasado 29 de octubre golpeó de lleno a un buen número de empresas metalúrgicas, en concreto al 27,5%. Todavía con la incertidumbre de saber si podrán volver a abrir sus puertas o tocará bajar la persiana de forma definitiva, las compañías valencianas del sector destacan que la pérdida de clientes y el endeudamiento son los dos aspectos más negativos de la riada.

Desde Femeval estiman que hará falta un año para que las empresas puedan regresar a la normalidad, a pesar de que la recuperación «va a ser más rápida de lo esperado». En ese sentido, Vicente Lafuente, presidente de la patronal, considera que la velocidad dependerá de la agilidad de la administración y del Consorcio de Compensación de Seguros para realizar los pagos: «No obstante, la velocidad en la llegadaefectiva de ayudas y consorcio va a ser decisiva en acortar o alargar este proceso de recuperación en nuestras empresas».

Las compañías del sector hacen un balance «muy negativo» de la gestión de la administración tras la catástrofe. Lamentan «las acciones políticas de desviar sus responsabilidades y la escasa coordinación entre ambas administraciones» al mismo tiempo que destacan «las iniciativas privadas tipo voluntariado y acciones privadas de gestión de ayudas y donaciones».

Pese al complicado escenario, desde la patronal se afronta con optimismo el futuro. Los datos de empleo han sido positivos en 2024, ya que en términos interanuales, la media de empleo aumentó un 6,74% respecto a 2023 y se situó en 224.286 empleos. Las empresas valencianas mantienen una valoración razonablemente positiva de 6,8 puntos sobre su situación. Asimismo, las expectativas de negocio para el primer trimestre de 2025 parecen corregir en cierta medida esta complicada coyuntura.

«Se hacen necesarias actuaciones que inyecten oxígeno a las empresas para innovar, incorporar tecnología, mejorar las capacidades de las personas trabajadoras para asegurar su crecimiento y con ello liderar la recuperación», apunta Vicente Lafuente.