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J. M. Camarero
Viernes, 31 de agosto 2018
La cuesta de septiembre puede ser un poco más dura de lo habitual para las familias, que verán estos días cómo llenar el depósito de sus vehículos es aún más caro que a principios del verano. Entonces, cuando los ciudadanos se marchaban de vacaciones, los precios de los combustibles ya marcaban máximos de hace cuatro años. Ahora, en plena operación retorno, confirman esta tendencia alcista marcando referencia que no se veían desde mediados de 2014.
El litro de diésel se sitúa en una media de 1,26 euros, lo que supone un incremento cercano al 1% en la última semana, según los datos del Boletín de Productos Petrolíferos de la Unión Europea. En lo que va de año, el gasóleo de automoción se ha incrementado cerca de un 7%. Si se compara el precio de esta vuelta a casa con la del verano de 2017, el precio ha subido un 15%.
Las gasolinas tampoco se han librado de este alza. Un litro de este combustible -el de 95 octanos, el mas comercializado- cuesta ya más de 1,35 euros, lo que representa un incremento del 0,4% en la última semana; un 6,2% desde que arrancara 2018; y un 12% durante los últimos doce meses. Estas referencias llegan cuando el precio del barril de petróleo Brent cotizaba este jueves en los 77,4 dólares, después de haberse encarecido más de dos dólares durante la última semana.
De esta manera, a los actuales precios, llenar un depósito de 55 litros de gasóleo supera los 67,6 euros, lo que supone unos 8,7 euros más que hace un año. Para el caso de la gasolina, supone 73 euros, unos 7,5 euros más que en agosto de 2017.
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