«Mujeres y hombres, juntos, aportamos una mirada plural y diversa»

Ibercaja puso en marcha el año pasado LiderA, un nuevo Plan de Igualdad que mejora y amplía los compromisos adquiridos en el anterior Plan. La entidad financiera busca seguir avanzando en un modelo de liderazgo inclusivo donde la clave sea el talento. Para ellos, el talento no entiende de género así que hombres y mujeres son igualmente válidos. Esther Burges, jefa de Cultura y Experiencia del Empleado de Ibercaja, analiza la importancia de esta filosofía.

–¿Cómo ha conseguido posicionarse como mujer en un puesto de trabajo en un sector históricamente masculinizado?

–En Ibercaja, desde hace 50 años estamos siendo pioneros en materia de igualdad, y fueron ellas, las que realmente tuvieron que vencer muchos obstáculos para llegar hasta donde estamos hoy. Afortunadamente, yo he tenido la suerte de vivir otro momento completamente diferente al que vivieron ellas. Creo que estamos ante un escenario que no es competencia exclusiva de los hombres, ni tampoco de las mujeres. Los desafíos actuales nos obligan a todos a reinventarnos y avanzar hacia nuevos modelos de trabajo que quizás antes no contemplábamos. En Ibercaja somos conscientes de que la equiparación total entre hombres y mujeres sigue siendo un reto muy ambicioso, pero estamos en movimiento. El esfuerzo, implicación e impulso de todos, asociaciones, instituciones, empresas, es la única la manera de continuar avanzando para que la mujer alcance la paridad que corresponde. Porque en la diversidad está la pluralidad de ideas. En los últimos años hemos obtenido grandes avances en la incorporación y promoción del talento femenino en Ibercaja. Contamos con unos indicadores en cuanto a representatividad de género muy positivos, lo que nos permite un excelente punto de partida en nuestra hoja de ruta hacia la plena igualdad. En la actualidad, las mujeres en Ibercaja representamos el 49,3% de la plantilla y el posicionamiento en puestos directivos se sitúa en el 34,4% desde el 31% del año anterior. El 53% de las promociones que se produjeron en 2022 correspondieron a mujeres y el 47% de los reconocimientos que se realizaron a Equipos Excelentes el pasado año correspondió a mujeres. Para mí, talento y actitud es la combinación perfecta para lograr el éxito, con independencia del género. La clave es creer en uno mismo pero hay que aderezarlo con tres ingredientes básicos: pasión por lo que haces, constancia y muchas dosis de humildad.

–¿Por qué las empresas necesitan el talento femenino?

–Me sugiere pensar en cómo el liderazgo ha ido evolucionando en los últimos tiempos, derivado de la transformación del estilo de vida, gracias a la tecnología, y del cambio cultural en las organizaciones. En esta evolución, las mujeres podemos ser un elemento multiplicador, ya que al no tener un patrón clásico en el que reflejarse, las mujeres líderes adoptan comportamientos mucho más actuales y consonantes con la horizontalidad, la colaboración y la naturalidad en positivo en las organizaciones. Yo creo firmemente en la diversidad de los equipos, en la pluralidad de ideas y de pensamiento para avanzar en términos de innovación y creatividad. Sin duda, las mujeres, junto con los hombres, podemos aportar juntos otra mirada al mundo de la empresa. Esa mirada plural y diversa que el mundo tanto necesita.

–¿Qué pueden aportar diferente las mujeres?

–No creo que conceptos como talento o liderazgo vayan ligados al género sino que está relacionado con cada persona. Pienso que las organizaciones y particularmente los modelos de liderazgo están evolucionando hacia unas características más afines al carácter femenino: menos jerarquía, empatía, sensibilidad, comunicación, trabajo colaborativo, características imprescindibles para liderar en el actual entorno económico, y buscando la máxima eficiencia, tanto en tiempo como en coste. Por eso, la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad hoy nos favorece; con una excelente formación y visión, las mujeres vamos avanzando hacia la igualdad en los puestos directivos de las organizaciones. Sin embargo, creo que sí que existen diferencias en cuanto a la corresponsabilidad familia y trabajo. Sigue siendo una asignatura pendiente para las mujeres y para la sociedad en general. Hoy en día aún hay personas que se sorprenden cuando los hombres asumen en la familia determinados roles tradicionalmente femeninos.

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