El mundo rural protesta por las leyes que atentan contra el modo de vida del campo

madrid. Miles de personas se manifestaron ayer contra las leyes que ponen «zancadillas» al mundo rural. La Delegación de Gobierno cifró en 6.000 personas los participantes que los organizadores sumaron en «miles». La protesta, convocada por la asociación para el Desarrollo y Defensa del Mundo Rural, Alma Rural, partió del Ministerio para la Transición Ecológica y para el Reto Demográfico (MITECO) con destino al Ministerio de Agricultura. Los manifestantes estuvieron acompañados en su marcha en todo momento por 40 tractores, 50 caballos, varios carros de bueyes y burros.

«Pedimos que se cambien las políticas agrarias, ganaderas y medioambientales que nos están perjudicando, son leyes que vienen de una ideología posiblemente radical y también orientada a un planteamiento que no tiene nada que ver con la vida en el campo. Es como si castigáramos continuamente a las personas que nos traen la comida a casa», denunció el secretario general de Alma Rural, Carlos Bueno. Después de que los ganaderos, agricultores y todos los trabajadores del mundo rural están «alimentando a la ciudad», ahora se encuentran «zancadillas» en su trabajo, agregó.

Con esta marcha quieren «dar visibilidad» a los problemas del mundo rural. «La agricultura está a punto de morir, están entrando productos de otros países mientras que los nuestros se están quedando en los árboles», lamentó el secretario general de Alma Rural.

La ganadería también se ve afectada por muchos problemas, como «los ataques del lobo». «El lobo mata diariamente 60 reses, 21.000 al año, son más de 9 millones de euros que está soportando el propio ganadero», subrayó.

Los manifestantes también criticaron la Ley de Bienestar Animal que tachan de «desproporcionada» y «no tiene nada que ver con la vida en el campo». «Nosotros somos los primeros que consideramos a los animales parte de la familia pero no podemos comparar al caballo con el perro de caza o el perro pastor», señaló.

Así lo defendió también el presidente de la asociación gallega de Caza Mayor y miembro de la directiva de Alma Rural, Francisco Chan, para quien la Ley nacional de protección animal es llanamente «una barbaridad».

«Comprendemos que hay que tener un control de natalidad (de los animales) adecuado pero es un problema de ciudad, de superpoblaciones de animales en ciudades, nosotros tenemos nuestros animales de producción», precisó, añadiendo que ya existen leyes suficientes en las comunidades autónomas en las que «se diferencia entre animales que nos comemos y a los que acariciamos».

Chan denunció la «situación terrible» en la que está el mundo rural y criticó que «ni este Gobierno ni los anteriores jamás se han preocupado por la «autarquía alimentaria». «La caza, la pesca, los agricultores, los ganaderos, los aceituneros han dejado de trabajar hoy para que Madrid, para que el ciudadano urbano cuyo padre, hasta hace dos días, era agricultor, recuerde que si el campo no produce, la ciudadanía no come».