![La naranja barata de Egipto frena ventas españolas en Europa](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202302/20/media/cortadas/177804782-kJOH-U190684179135AnD-1248x900@Las%20Provincias.jpg)
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C. B.
Lunes, 20 de febrero 2023, 00:47
Como viene pasando en los últimos años, la irrupción de la naranja de Egipto en los mercados europeos, con ofertas a bajos precios, supone un freno para las ventas de España.
Lo habrán notado muchos citricultores valencianos en los últimos días. El ritmo de recolección se ha ralentizado algo, y este relativo 'parón' se aprecia más en naranjas que en mandarinas, porque estamos en plena temporada naranjera y las existencias de mandarinas ya son menores, así como también porque la presión más fuerte llega de Egipto con sus naranjas.
Por otro lado, en mandarinas tardías la competencia directa que cada vez tiene más peso es la de Marruecos, con una producción al alza, pero este año parece que hay menos existencias en general y la recolección no presenta urgencias, por lo que se mantienen los precios altos en todos los niveles. De ahí que la cotización de las Nadorcott-Tango se mantengan en el campo entre 0,70 y 1 euro el kilo y la Orri se pague entre 1 y 1,40.
La Ortanique, que antaño fue gran estrella y luego quedó devaluada, al verse apartada por la irrupción de grandes cantidades de otras variedades, ha recuperado esta temporada cierto nivel de precios aceptables para el productor, en una horquilla entre 0'25 y 0,38, precisamente al dejarle algo más 'hueco' las demás.
«Estos días, en El Cairo se habla valenciano», comentaba con sorna un comerciante del sector. Naturalmente no es más que una imagen exagerada, pero ilustra de sobra la evolución del mercado, puesto que, en consonancia con las exigencias de las grandes cadenas europeas de distribución, que aprietan a tope con los precios, muchos agentes comerciales de aquí se han desplazado a Egipto en busca de lo que más les acomode; también para el mercado interior español, ya que la previsión de una cosecha corta anima importaciones más pronto de lo habitual.
Estamos ante una tendencia que permiten las normas: las puertas están abiertas y nadie pone problemas ni preferencias entre lo que es europeo y lo que llega de fuera. Si es más barato, todo vale, y Egipto vende más barato porque produce más barato. Como casi todos los países terceros con los que ha de competir España. Y no hará falta insistir a estas alturas en el porqué: muy inferiores costes salariales, medioambientales, sociales..., y ausencia de prohibiciones que proliferan en la UE sólo para los productores de la UE...
La naranja de Egipto llega a Europa ya empaquetada a 0,45; la de España cuesta no menos de 0,80 en igual situación. Sólo salva algo la coyuntura el hecho de que tenemos menos cosecha este año y se puede espaciar su salida para quienes prefieren pagar la calidad, pero el problema estructural queda planteado con fuerza para el futuro; y no sólo con Sudáfrica, como muchos creen.
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