Naranjas del hemisferio sur en tiendas de La Ribera
La anacrónica situación prueba que la oferta de fuera perjudica a la cosecha valenciana, pese a negarlo la Administración Varios supermercados siguen vendiendo cítricos importados junto a campos con la fruta sin coger por falta de comprador
V. LLADRÓ
VALENCIA.
Domingo, 18 de noviembre 2018, 23:57
La foto de las naranjas de esta información está tomada hace tres días en un supermercado de una población naranjera de La Ribera, pero esa fruta no es de los campos de alrededor, ni siquiera de otros campos valencianos o del resto de regiones citrícolas de España. Esas naranjas son sin duda del hemisferio sur, probablemente de Sudáfrica.
Se nota que son naranjas importadas porque son de la variedad Valencia late (no tienen ombligo) y porque los restos de pedúnculos están muy secos. La Valencia late es la última variedad en madurar en el ciclo habitual de una campaña naranjera. En España, como en el resto del hemisferio norte, se recolecta entre abril y primeros de junio. Las naranjas de temporada que hay ahora en el mercado son de la variedad Navelina, o derivaciones similares como Fukumoto y M7. Si se ve algo de Valencia late es evidente que son importadas, restos de lo que ha ido entrando de fuera en Europa en meses anteriores.
Curiosamente no se dice en la etiqueta que sean de otro país, solo figura la mención de los importadores o comercializadores locales, lo que genera un equívoco de aparentar que son de España, cosa que en todo caso se debería evitar, informando claramente a los consumidores de qué se trata.
Resulta sorprendente que haya cadenas de supermercados -con mucha 'responsabilidad social corporativa'- que sigan vendiendo esta fruta importada, que además está pasada, sin las condiciones adecuadas, y precisamente en la comarca que es la cuna por excelencia de la naranja valenciana. Es más, se vende -o se intenta vender- esa naranja de fuera, ya mustia, en pueblos rodeados de campos repletos de naranjas bien maduras y que sus dueños -a su vez clientes de los supermercados- no las pueden recolectar a tiempo porque no encuentran compradores. En cierta medida porque en los lineales de los supermercados perseveran con ofertas importadas y mientras no acaben de desaparecer no dejan sitio a la fruta local, que está en su momento idóneo para ser consumida.
No es el único caso encontrado; otros supermercados siguen vendiendo naranjas importadas pese a encontrarnos ya en la segunda quincena de noviembre y haber una crisis de venta naranjera en los pueblos valencianos. Una situación bien anacrónica que demuestra claramente que la oferta de fuera, que inicialmente sólo llegaba en 'contra-temporada', cuando aquí no quedaba producción, cada vez coincide más con la producción española, se solapa durante más meses, y acaba causando fuertes perjuicios al productor valenciano, pese a que se sigan negándolo la Administración y algunos corifeos.
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