Navarro, sobre la desescalada: «La Comunitat sirvió de contrapeso a Madrid»

Acabar con la invisibilidad de la Comunitat Valenciana en Madrid es una de las grandes asignaturas pendientes para los políticos de todos los partidos y la sociedad en su conjunto, según el dirigente de la CEV, Salvador Navarro, que apunta a la «debilidad» de este territorio en la capital para explicar que no pasase íntegramente a la fase 1 de la desescalada la pasada semana.

«La Comunitat Valenciana sirvió de contrapeso a Madrid, no tanto al País Vasco, sino a Madrid», sentenció en rueda de prensa el dirigente de la patronal autonómica, que insiste en la necesidad de aumentar la presión en Madrid, al igual que en Bruselas, para tener más fuerza allí y lograr que se atiendan los intereses valencianos, como hace el PNV y, en su día, CiU.

A modo de ejemplo, preguntado por el rechazo que suscita la futura terminal de contenedores en la ampliación norte del Puerto de Valencia, Navarro aseguró que «si el Puerto de Bilbao hiciera un planteamiento de este tipo, el PNV lo sacaría a delante, aun a pesar de las cuestiones medioambientales, porque es el PNV, es el que tiene el poder en el Congreso«.

En cuanto a la polémica en torno a las manifestaciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que acusó al diputado Joan Baldoví (Compromís) de «enredar» con sus reivindicaciones de cara al reparto de 16.000 millones entre autonomías para afrontar el Covid-19, opinó que «no estuvo afortunada en la expresión» pero se refería a ese reparto y no al «problema crónico» de infrafinanciación de la Comunitat, que se comprometió a resolver en noviembre, incluso sin unanimidad en el Congreso de los Diputados, y así debe hacerlo a pesar de la crisis del coronavirus.

Navarro defendió que «hay que rebajar el nivel de estrés» imperante y «los políticos deberían ser la imagen del país» en ese sentido, al tiempo que rechazó la visión de que «o estás en una parte o en otra» por considerar que es momento de ir todos a una. «Yo quiero estar en medio», sentenció, e insistió en esa postura frente a quienes sitúan a empresarios y trabajadores en extremos opuestos en esta situación.

En relación a los criterios de reparto de fondos entre autonomías y a la inclusión de Navarra y el País Vasco, considera que «la Comunitat debería haberse visto beneficiada, por la crónica infrafinanciación, ya que si vale que entren las diputaciones forales y seamos menos a repartir, debería valer que la comunidad es más pobre y aportadora neta« al sistema.

Para Navarro, es una nueva muestra de la «falta de sensibilidad en Madrid» hacia los intereses valencianos y, en esa situación, Baldoví «hizo muy bien su papel», el que le corresponde tanto a Compromís, como a los diputados  valencianos del PSOE y el PP, para tener «capacidad y fuerza de presión» como la tienen otros territorios.

«Madrid no es el enemigo, es que no estamos y como no estamos, nos omiten», zanjó el presidente de la CEV, quien reclamó un «replanteamiento acerca de qué queremos como comunidad» y defendió que la Comunitat «siempre mira los intereses generales pero España debería tener contraprestaciones« con esta autonomía.

Por otra parte, preguntado por las manifestaciones de la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, que vinculó la reversión en el departamento de salud de La Ribera con las restricciones para su paso a la fase 1 de la desescalada, Navarro remarcó su oposición a la reversión pero opinó que, en este caso concreto, «habrá habido criterios medibles y no una decisión ideológica«.