Nueva guerra sindical en Ford Almussafes

El calendario no juega a favor de la tranquilidad en Ford Almussafes. Mientras la compañía prepara despidos y el cierre de instalaciones en Europa, la factoría valenciana ha entrado en precampaña electoral. El comité de empresa ha acordado que el próximo 15 de enero se constituirá la mesa para los comicios sindicales, teniendo en cuenta que el mandato de la representación finaliza el 17 de febrero, fecha a partir de la cual se realizarán las elecciones sindicales.

Para entonces se conocerán las líneas generales del plan de ajustes, al ser presentado en diciembre a la junta general de accionistas de la compañía (mientras Almussafes esté cerrada por un ERTE), y comenzarán a ponerse en práctica en enero las primeras medidas, que se prevé que se desgranen hasta junio.

De este modo, los más de 7.000 empleados de la empresa irán a votar sabiendo qué será de ellos o haciendo cábalas sobre lo que se les pueda venir encima, tras saberse las primeras medidas en otras factoría continentales. En el primer caso, se votará con el resultado de la negociación en caliente o, en caso de vivir aún en la incertidumbre, en función del tipo de actitud que quieran para sus representantes.

En las elecciones de 2015, UGT fue la formación mayoritaria con 25 de los 37 miembros del comité de empresa y 11 delegados; STM Intersindical consiguió cinco miembros en el comité y cuatro delegados; mientras que CC OO sacó cuatro y seis, respectivamente y CGT, tres y uno. Sin embargo, los ugetistas no han tenido un camino fácil. Sin ir más lejos, únicamente sus votos en el comité apoyaron el expediente de regulación de empleo temporal (ERTE), que se está aplicado en la planta hasta el 31 de enero y que significa la paralización de la producción 13 días en motores y nueve en ensamblaje.

Sin embargo, el momento más delicado fue hace 10 meses, cuando el refrendo por parte de los trabajadores de Ford Almussafes del Plan de Competitividad salió adelante por un ajustado 51% a favor, pese al respaldo a éste de UGT y CC OO. Fuentes sindicales reconocen que buena parte de la plantilla se ha renovado desde 2015 y llegan con menos memoria de lo conseguido con la actitud más pragmática de UGT, especialmente durante el riesgo de cierre en 2012, y prefieren la confrontación de STM y CC OO.