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Clara Alfonso
Valencia
Martes, 2 de mayo 2023, 00:15
Los pagarés son títulos de valor a través de los cuales una persona física o jurídica se compromete a efectuar el pago de una cantidad determinada en una fecha específica. A pesar de que son herramientas financieras bastante comunes en el mundo de los negocios, hay ocasiones en las que el deudor no puede - o no quiere- cumplir con el pago acordado, lo que podría tener consecuencias legales y financieras significativas tanto para el emisor como para el tenedor del pagaré.
Para que un pagaré sea válido, debe contener una serie de datos mínimos, como la mención de 'pagaré', la promesa de pagar una cantidad determinada de dinero (expresada en números y letras), la fecha de vencimiento, la identificación del beneficiario y la firma del emisor.
Endosar un pagaré significa transferir la propiedad del título a otra persona. Para hacerlo, el tenedor debe firmar en la parte posterior del documento y entregárselo a otra persona para que pueda reclamar el pago. En este caso, la persona a la que se le entrega el pagaré se convierte en el nuevo tenedor y puede endosarlo nuevamente si lo desea.
No obstante, el endoso puede ser en propiedad, lo que significa que el nuevo beneficiario adquiere la propiedad plena del pagaré, o puede ser en procuración, lo que implica que el nuevo beneficiario tiene derecho a cobrar el pagaré en nombre del tenedor original.
Este tipo de títulos de valor ofrecen diversas ventajas que los hacen muy atractivos tanto para el emisor como para el tenedor del pagaré. Por ejemplo, son herramientas flexibles que permiten establecer condiciones personalizadas para el pago de deudas.
Además, ofrecen garantías legales y pueden ser respaldados por avalistas o por una entidad financiera.
Sin embargo, los pagarés también presentan una serie de desventajas que deben tenerse en cuenta antes de decidir utilizarlos. Entre las principales desventajas de los pagarés se encuentra el riesgo de impago, lo que puede ocasionar problemas financieros significativos para el tenedor.
Asimismo, pueden conllevar gastos adicionales, como el pago de intereses o comisiones por la emisión del título. También pueden presentarse complicaciones legales que requieran optar por la vía judicial para que se haga efectivo el pago o limitaciones en cuanto a su plazo de vencimiento. Es por ello que, es importante evaluar las ventajas y desventajas de los pagarés antes de utilizarlos para financiar proyectos o garantizar el pago de deudas.
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