Andaluz de nacimiento y valenciano de adopción, Paco Gavilán –como gusta que le llamen– ha desarrollado toda su trayectoria profesional y vital en Valencia. ... Aquí estudió (se confiesa «enamorado de la Politécnica»), tiene su familia, su residencia y su empresa, la tecnológica Nunsys, con una plantilla de 2.633 empleados y una facturación de 225 millones el año pasado.
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–¿Cómo ha evolucionado la compañía en sus 17 años?
–En la Comunitat somos líderes con muchísima diferencia y tenemos la suerte de serlo a nivel nacional. ¿Y cómo hemos conseguido todo eso? Pues con crecimiento orgánico e inorgánico. Siempre ha estado muy presente la integración de empresas, hemos hecho más de 30 operaciones corporativas y hubo dos recientes que han cambiado mucho nuestro tamaño. En 2022 compramos Sothis y en 2023 la aragonesa Inycom, que nos complementaba en zonas donde no estábamos. Eran compañías de nuestro tamaño, con lo cual nos hemos triplicado. En el caso de Sothis le estoy muy agradecido a Juan Roig porque tomó la decisión de vendérnosla y fue un salto muy significativo que permite acortar la ventana de tiempo de nuestro proceso de crecimiento. Lo hizo porque quería que España y la Comunitat tuvieran una empresa tecnológica líder. Y ahora tenemos que llevarlo a cabo.
–¿El futuro pasa por esa demorada salida a Bolsa?
–Sí, nos parece que es una opción muy buena pero no tenemos claro es en qué mercado. Hicimos un intento de salir al BME y no nos cuadró. Queremos salir a bolsa, sin duda, porque creemos que es bueno para nuestro producto propio, que hacemos en Valencia y tiene poca divulgación. Nos puede dar un sello de solvencia, también por el capital que amplías para acelerar los procesos de integración y por la notoriedad. No olvidemos que nosotros competimos con Indra, Telefónica… Tenemos que llegar a dar ese paso pero sin ninguna prisa. Si algo hemos aprendido es que cuando viene la ventana de oportunidad, la utilizamos.
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–Acaban de abrir sede en Estados Unidos. ¿Por dónde pasa el camino internacional?
–Ahora mismo estamos presentes físicamente en Portugal, Colombia y Ecuador, aunque hemos hecho instalaciones en más de 40 países. Realmente nuestro foco de crecimiento sigue estando en España. Tenemos ya CIF americano porque queremos vender nuestro producto propio, por ejemplo, de ciberseguridad.
–Ciberseguridad, educación, industria, etc. ¿En qué área se sienten más cómodos?
–Nuestro posicionamiento es de acompañamiento tecnológico y eso te obliga a tener una diversidad de conocimientos técnicos. Normalmente te dicen que te especialices para ser más eficiente, pero es que nuestro posicionamiento es justo lo contrario. Yo quiero estar al lado del empresario o de la administración pública para acompañarles en su transformación digital y tengo que poder hablarle de todo.
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–¿Qué le piden las empresas?
–Confianza. Las compañías necesitan un socio en el que poder confiar, que les diga qué necesitan para estar en el mercado. Es un «No me cueles algo que no quieras, sino dame algo eficiente o que me diferencie de mi competencia». Y ese es nuestro propósito: estar muy cerca de esos empresarios para recomendarles lo mejor y acompañarles en ese proceso continuo de transformarse digitalmente.
–Digitalización. ¿Sigue siendo el gran reto de la empresa?
–La mediana y gran empresa están muy bien tecnológicamente, pero en la pequeña, que es el 90%, hay un reto tremendo, incluso de formación. Y aquí hay una obligación social por parte de empresas como nosotros de ayudar en lo que sabemos, que es de tecnología, a que las pequeñas empresas de la Comunitat se transformen digitalmente porque o lo hacen o va a ser difícil que sean competitivas. Y el gran reto sería poder formar al dueño de la compañía, a su hijo o a quien lidere la transformación para que tenga esos conocimientos. Hay mucha pyme que no se transforma digitalmente porque al dueño le da vergüenza hablar de tecnología al no tener los conocimientos básicos o la jerga para desenvolverse.
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–La falta de perfiles tecnológicos es una de las grandes preocupaciones de los empresarios. ¿Les pasa también aquí?
–Sí. Tenemos casi 2.700 personas por lo que imaginad la necesidad que tenemos y, además, es un sector en el que hay mucha rotación porque son perfiles muy demandados. Nosotros formamos a unos 200 todos los años y con eso nutrimos a nuestra propia compañía y a clientes. Creo que hay una cantidad de egresados tremenda, tanto en la parte universitaria como en la parte de FP, que es la gran oportunidad para nuestro sector. Y hay mucha gente interesada en formarse en nuestro sector, por lo que hay que procurarles, desde los organismos públicos con la ayuda de las empresas, cómo hacerlo, es decir, tiene que haber más plazas de FP especializado.
–¿Cómo ve la posición de Valencia en el mapa del ecosistema tecnológico, sobre todo ahora que se mira tanto a Málaga?
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–Málaga es una maravilla. Estamos allí desde hace muchos años y todo lo que nos pusieron fueron facilidades. Ha conseguido ser hiperatractiva para la empresa tecnológica. En Valencia creo que estamos en ese proceso aunque es verdad que tenemos una ventana de retardo; tenemos que seguir avanzando. Me parece que lo que están haciendo María José [Catalá] y su equipo va en la línea adecuada para ser atractivos y que vengan empresas. Y la Comunidad tiene muchísimos atributos y uno –y el principal en el que nos diferenciamos de Málaga– es que tenemos mucho más egresados que nos dan nuestras cinco universidades públicas, más las privadas, más los centros FP y eso es un tesoro. Todo el que venga aquí lo que va a procurar es ver qué nivel de potencial de empleados hay. Esas universidades y esos centros de FP nos dan la materia prima, la gente, que necesitamos.
–Entonces, ¿qué le falta a Valencia para ser atractiva?
–Hay que tener mucha iniciativa política, mucha iniciativa social y también de las empresas para que eso pase, por ejemplo en AVE hemos montado la Fundación LAB. Tenemos que acercar mucho más el mundo de la universidad al de la empresa. Tenemos que acercar el mundo político al mundo de la empresa para de verdad ser atractivos. ¡Si es que es bueno para todos y no influye para nada el color político!
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–«Evangelizar es difícil en tu tierra», ha dicho. ¿A los valencianos nos cuesta reconocer el papel de los que son de casa?
–Sí. A nosotros, por ejemplo, nos ha costado mucho empezar a dar servicios a la Generalitat y eso que somos una empresa grande. Tenemos muchísima gente en la Comunitat que sabe hacer tecnología y ha costado mucho que se nos vea. A veces invitamos a empresas que vienen a hablar de tecnología y pienso «Si le acabamos de ganar el cliente a éste», pero, claro, viene de fuera a contarlo porque tenemos esa querencia a pensar que Valencia no es tecnológica y en realidad no tenemos que envidiar nada. Y eso se está generando en Valencia porque tenemos las universidades. Pero cuesta ese marchamo de valenciano y tecnológico y también cuesta que España nos reconozca que valenciano y tecnología son uno. No se asocia pero lo conseguiremos. Valencia es un vivero de gente brillante gracias a nuestras universidades y conseguiremos poner en el mapa que Valencia equivale a tecnología.
–¿Qué le parecieron los ataques a empresarios por parte de determinados partidos políticos?
–Un despropósito porque en la Comunidad tenemos un referente empresarial, Juan Roig, que ha aportado muchísimo valor. Esos ataques son una posición política, buscan sacar rédito político al enfrentamiento con el empresario ante su electorado.
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–¿Les ha faltado venderse más, ese salir del armario que mencionó Roig?
–Estoy de acuerdo. Hay que contarle a los chavales qué es un empresario, que es otra forma de desarrollarse profesionalmente. Sí, hay más riesgo pero también mucha satisfacción. Tiene sus pros y sus contras, pero lo tienen que conocer. Tienen que saber quiénes son los empresarios, cómo son... También se consigue felicidad en el día a día siendo empresario.
–¿Un consejo al emprendedor?
–Soy un poco raro en esto, pero creo que lo más bonito de emprender es que te consigue hacer feliz. ¿Qué consejo daría? Que no desistan nunca. Lo más difícil de emprender es no tirar la toalla. Si hay un consejo básico es que si de verdad lo tienes claro, lo vas a conseguir. Tener constancia en lo que quieres hacer.
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-LAS PROVINCIAS ha puesto en marcha el proyecto 'Somos más'. ¿Qué reflexión le sugiere?
-Lo he demostrado empíricamente: llegué aquí con 18 años y nunca me he ido. Estuve siete años trabajando en Madrid. Iba y venía, ya que tenía claro que quería vivir en Valencia, me parece que es el mejor sitio del mundo. Y también es un gran lugar para emprender, montar la empresa. Aquí puedes verlo: somos felices y eso lo provoca Valencia y todo lo que lleva consigo.
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