La paradoja del turismo en Semana Santa: más visitas pero menos gasto

En concreto, el gasto medio de los valencianos en esta semana Santa ha sido de 284 euros, 16 euros menos que el pasado año, según los resultados del último Zoom de Gasto en Semana Santa del Observatorio Cetelem. Además, dicho gasto es menor a la media nacional, que se sitúa en 330 euros. Esto contrasta con los datos de Turisme Comunitat Valenciana, que indican que los establecimientos hoteleros del litoral de la Comunitat Valenciana alcanzaron una ocupación real del 84,43% durante la Semana Santa, unos resultados superiores en un 4,7% a las previsiones iniciales.

Un 27% de los consumidores encuestados manifiesta haber gastado más en este periodo vacacional, una cifra menor respecto al año anterior, cuando el porcentaje era del 33%. Sin embargo, el mayor porcentaje se sitúa en aquellos que afirman haber hecho el mismo desembolso, con un 41% de las respuestas, frente al 43,3% de 2022. Respecto a los que han realizado un menor gasto, el porcentaje crece hasta el 32%, frente al 23,7% de 2022 y entre el 32% de los valencianos que afirman haber gastado menos, el 87,5% afirma que ha sido como consecuencia de la inflación.

La mayoría de los valencianos encuestados han aprovechado esta Semana Santa para descansar y quedar con amigos. Así lo manifiesta un 52% de ellos, frente al 44,3% del año anterior y entre las siguientes actividades más realizadas están salir de restaurantes, con un 45% y viajar y ver procesiones, ambas con un 32%%. Los datos analizados y las reflexiones mostradas en este Zoom de gasto en Semana Santa del Observatorio Cetelem se han obtenido a partir de la realización de una encuesta online realizada en ámbito nacional a mayor de 18 años con una muestra de 1.000 encuestas.

Por su parte, la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia, la capital del Turia «va ganando terreno en Semana Santa» tanto en ocupación como en consumo de hostelería. «Especialmente en el centro histórico y la zona marítima es donde se ha notado el flujo turístico. «Las altas temperaturas han ayudado a rozar el lleno, sobre todo por el público local, y en algunos días se ha colgado el cartel de completo. Los datos son mejores que los de 2022», sostiene la coordinadora, que anticipa un verano récord dado el funcionamiento de estos días.

Este cóctel de ganas de salir con los elevados precios ha derivado en u cambio en los hábitos de consumo. Los consumidores buscan disfrutar del ocio y la gastronomía sin restricciones pero sin gastar más de lo habitual o de lo que sus bolsillos le permiten. Los bares y restaurantes son los primeros en detectar esta evolución en el consumo, tal y como cuenta el gerente de Los Toneles, Benjamín López, a LAS PROVINCIAS. «Antes de que los precios se pusieran así, un grupo de personas que venía a tomarse algo se pedía cuatro tapas. Ahora piden una o dos, pero no dejan de salir y consumir», explica desde su propia experiencia.

Y es que, según cuenta, tanto valencianos como turistas demuestran un buen comportamiento en cuanto a sus ganas de «aprovechar el ocio sin restricciones y el buen tiempo». Sin embargo, ahora miran con más detenimiento lo que piden. «Antes la gente pedía lo que le apetecía sin miramiento, ahora se lo piensan», agrega. No obstante, manifiesta que esto no está pasando factura a sus ingresos, puesto que las menores consumiciones se compensan con el aumento de los precios y el incremento de las visitas.