La jubilación anticipada ha dejado de ser, o eso se ha pretendido, un chollo para todo trabajador que se encuentra en esa recta final de su etapa laboral. Si el sistema actual de pensiones no está al borde del colapso, bien lo disimula, porque durante los últimos años el gran esfuerzo del Ministerio de la Seguridad Social ha sido el de intentar que los trabajadores alarguen su periodo laboral y por tanto no se jubilen tan pronto, y que tampoco caigan en la tentación de hacerlo de forma prematura.
Es por ello que el ministro José Luis Escrivá lideró la reforma con un endurecimiento destacado de las condiciones para optar a la jubilación anticipada, escenario al que se suma que cada año la edad legal de jubilación va retrasándose. Pese a ello, puede seguir habiendo trabajadores que vean con bueno ojos no llegar a superar los 66 años para jubilarse, que sus casi 40 años de cotización sean suficientes para optar por un merecido descanso. Eso sí, mucha atención con la cuantía que puede resultar tras aplicar las nuevas reductores.
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La Seguridad Social detalla en su página web cómo puede un trabajador acogerse a la jubilación anticipada. Todo el proceso depende del periodo de cotización que el trabajador tenga registrado, si no cumple con el mínimo se deberá tener una edad a partir de la cual se puede jubilar. Este es uno de los cuatro requisitos que debe cumplir un trabajador para jubilarse con, por ejemplo, 63 años. La cotización mínima es de 37 años y 9 meses en 2023.
Es importante la cuantía de pensión que se establece a la hora simular la cuantía de jubilación en dichas condiciones de 63 años, ya que la Seguridad Social sólo admitirá los trámites si la pensión anual es superior a la cuantía mínima establecida por el Gobierno. No puede darse una jubilación anticipada con un 'salario' por debajo de la pensión mínima.
Por otra parte resulta obvio que el trabajador que quiera acogerse a una jubilación anticipada debe estar dado de alta en la Seguridad Social en ese instante en el que se inicia el proceso, por lo que no se podrán jubilar de forma prematura aquellas personas, por ejemplo, que se encuentren en estado de desempleo.
El último requisito, pero no menos importante, es que el futuro pensionista no puede tener ninguna deuda pendiente con la Seguridad Social. Esta comprobación se hace de forma automática por parte de la administración, por lo que si se desea optar a la jubilación, en cualquiera de sus opciones, se deberá estar al corriente de pago.
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