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Familias con hijos, con una media de casi 43 años, que ya son propietarias pero quieren cambiar de casa. Ese es el perfil del comprador de vivienda ... en la Comunitat en 2023 al que se añade la horquilla de entre 100.000 y 200.000 euros como el precio de los inmuebles más buscados. Son algunos de los datos extraídos de la Encuesta sobre personas compradoras y vendedoras de vivienda a través de agencias inmobiliarias realizada por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) y la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval).
De este estudio, dado a conocer este lunes, se desprende que el perfil de familias con hijos (42,31%) continuó siendo el mayoritario, a pesar de haberse reducido en dos puntos respecto al año anterior, que se situó en el 44,36%. Eso sí, hubo más parejas sin hijos, un 36,15% frente al 33,83% de 2022, y menos personas solas (el 16,92% frente al 19,54% de 2022) que se decidieron a comprar una propiedad. También aumentó el porcentaje de empresas que adquirió una vivienda: fue del 4,61% frente al 2,25% de 2022.
Entre los compradores de vivienda habitual, el 60,82% de los casos fueron propietarios que se mudaron de casa (64,65% en 2022). El pasado año descendió el número de personas que cambió el alquiler por la compra al pasar del 19,2% en 2022 al 16,49% en 2023. En cambio, aumentaron las personas que se emanciparon con la compra de su primera vivienda (22,68% frente al 16,16% de 2022).
Para Nora García, presidenta de Asicval, «el comprador de vivienda que acude a las inmobiliarias valencianas sigue siendo alguien que busca una primera residencia». Además, ha advertido de que la compra de una vivienda siga estando «restringida a los más jóvenes, a menos que cuenten con ayuda familiar. Con alquileres tan altos resulta imposible que puedan ahorrar para dar una entrada».
Para la responsable de las inmobiliarias valencianas, medidas como el aval del 20% a través de los créditos ICO, anunciado por el Gobierno, y una previsible bajada de los tipos interés dibujaría un nuevo escenario más favorable para que los colectivos que tienen estabilidad laboral pero no puede ahorrar, puedan acceder a la compra de una vivienda.
¿Y quiénes fueron los que más compraron viviendas en la Comunitat? Pues los españoles acapararon esas adquisiciones (un 58,73%) aunque el pasado año también aumentaron los extranjeros que apostaron por hacerse con una vivienda: 41,25% frente 34,79% de 2022. Entre estos destaca que casi el 30% fueran de origen extracomunitario frente al 11,31% de compradores de la UE.
Según las inmobiliarias valencianas, las viviendas de entre 100.000 y 150.000 euros continuaron siendo las más demandadas por los compradores en 2023, cerca de un 33% del total. Le siguieron las que se sitúan entre 150.000- 200.000 euros, un 22%, mientras que las de menos de 100.000 euros representaron el 20% de las operaciones.
Las casas situadas entre los 200.000 y los 250.000 euros suponen el 10% de las operaciones, mientras que las propiedades entre 250.000 y 350.000 euros supusieron el 8% y que sobrepasaron los 350.000 euros apenas fueron el 7%.
Respecto al perfil del vendedor, el perfil más frecuente es el de pequeños propietarios que poseen entre 1-2 inmuebles, ya que representan casi al 85% de este colectivo. Según el estudio presentado este lunes, el 6,24% son grandes tenedores con 10 inmuebles en propiedad o más, otro 6,24% son entidades bancarias y el 2,67% son promotoras de obra nueva.
Liquidar una herencia se ha convertido ya en el primer motivo de venta, con el 29,97% de los casos. Le siguen el cambio de primera residencia, a causa de un divorcio o separación, por necesidad económica, para recuperar la inversión realizada al adquirir una propiedad o por cambio de segunda residencia.
De hecho, existe una correlación con la procedencia del stock de viviendas en venta que ofertan las inmobiliarias, pues el 28,89% procede de liquidaciones de herencia y de cambios de residencia. Segundas residencias, inmuebles que antes estaban alquilados, promotoras, fondos de inversión, ejecuciones hipotecarias o propiedades de grandes tenedores son las otras procedencias de la cartera de pisos de los profesionales.
«Tal y como hemos trasladado a la Administración, la realidad con la que trabajamos las agencias inmobiliarias y que es la mayoría del mercado responde a pequeños propietarios que venden por necesidad, ya sea de cambio de residencia, de ingresos o por una situación personal. Es muy distinta a la de grandes tenedores o fondos de inversión, por lo que las políticas de vivienda deben tener en cuenta esta casuística y no penalizarles injustamente», ha explicado García.
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