PowerCo reparte 250 millones en obras de la gigafactoría entre empresas valencianas

Por el momento la compañía ya ha realizado operaciones por un valor superior a los 1.500 millones para la puesta en marcha de la instalación, que a final de año comenzará a recibir a los primeros operarios. De los cuales, unos 250 millones destinados a la construcción de la gigafactoría se han repartido entre compañías de la Comunitat Valenciana, que han sido beneficiarias de algunos de los lotes principales tanto de los edificios de producción de baterías como de las naves auxiliares en las que se desarrollarán labores como el control de calidad o la gestión de residuos.

Eso sí, el responsable de PowerCo Spain se mostró hermético a la hora de dar nombres propios de las empresas beneficiarias. No obstante, según ha podido saber este periódico, hay más de una decena de empresas de la Comunitat implicadas en el proyecto. Al nombre de Precon, que junto a una empresa zaragozana se ha encargado de la producción de los prefabricados que formarán la columna vertebral de las distintas plantas, se suman otros como el de Itercon, que, de la mano de la firma madrileña Cobra, se llevó uno de los lotes más suculentos de la operación, ya que es la encargada de construir los primeros edificios de producción de baterías, además del Energy Center de la fase 1 y la subestación eléctrica. También están implicadas en la edificación del gigafactoría las constructoras valencianas Becsa, Pavasal y Bertolin, que están acometiendo de forma conjunta las obras de urbanización interna de la gigafactoría.

En lo que se refiere a obras auxiliares, la UTE de Serviria y Vilor se hace cargo de los edificios de control de calidad del producto, donde las celdas deberán permanecer catorce días después de salir de las naves de producción, mientras que Rover se encarga de las obras ferroviarias para conectar el interior de la gigafactoría con la itermodal, que será la puerta de salida del producto final. Respecto a la puerta de entrada, la filial de Volkswagen tampoco ha querido dar detalles sobre si se decantará por hacer uso del puerto de Valencia o del puerto de Sagunto para dar entrada a las materias primas necesarias para la fabricación de celdas. «Hasta ahora no hemos decidido cuál de los dos va a ser. Dependerá del origen de las materias primas», comentó Rivera.

La apuesta de PowerCo por las compañías valencianas puede generar un impacto importante para la economía de la región durante esta fase de construcción. Según ha explicado el director financiero del proyecto, la influencia de esos 250 millones repartidos entre compañías valencianas podría generar hasta 600 millones de actividad económica (directa, indirecta e inducida) y unos 5.000 puestos de trabajo. En la actualidad, la filial de Volkswagen emplea a 169 trabajadores, la mitad de ellos valencianos, de los cuales en torno a un centenar ya trabaja en las oficinas temporales con las que cuenta la firma a pie de obra en Sagunto.

«Nuestra mejor contribución a la Comunitat es el compromiso con el proyecto. Eso pasa por intentar acelerar para arrancar lo antes posible», explicó Rivera al ser preguntado por un posible cambio de planes de la compañía tras la dana. El director financiero se mostró tajante a la hora de reconocer que la catástrofe del pasado 29 de octubre no hizo tambalear la idea inicial en ningún momento: «La decisión de venir aquí está más que pensada».

De hecho, la filial de Volkswagen fue capaz de reponerse a los problemas de suministro de materiales para la construcción de la gigafactoría derivados de la dana y mantener sus previsiones iniciales de ejecución de las obras. En la actualidad los operarios de las diversas compañías contratadas trabajan en la edificación de lo que será la planta de producción de baterías, que deberá estar finalizada antes de verano para comenzar la instalación de las salas blancas y del equipamiento. El ritmo, según explican desde la compañía es el adecuado para ello: cada semana se instalan unos 50 pilares con el propósito de tener colocados lo antes posible los 680 en total con los que contarán los edificios de producción de celdas.

Una vez concluidas las obras, PowerCo comenzará a producir en el primero de los dos bloques que prevé poner en funcionamiento antes de 2028. Cabe recordar que cada bloque está compuesto por dos edificios de 10GWh de capacidad cada uno y que la compañía no descarta ampliar la gigafactoría con un tercer bloque a medio-largo plazo en caso de que fuera necesario. Por tanto, si las previsiones se cumplen, a partir de julio de 2026 la firma alemana empezará a producir celdas en uno de los dos edificios del primer bloque y tan solo unos meses después podrá duplicar su capacidad de producción con la entrada en funcionamiento del segundo de los edificios del primer bloque.

¿Se puede traducir esa capacidad en un número concreto de baterías? Es complicado hacerlo, ya que la gigafactoría tiene la posibilidad de fabricar celdas de dos tipos, dependiendo de la química que se utilice para su elaboración. De Sagunto saldrán celdas compuestas por níquel, manganeso y cobalto (NMC) y celdas compuestas por un variante del litio, denominado litio ferrofostato (LFP), lo que permitirá adaptarse a las necesidades reales de cada cliente, ya que tienen características distintas en cuestiones como la densidad energética, la potencia o la durabilidad.

Sin embargo, en una estimación aproximada, desde PowerCo consideran que la fábrica de Sagunto operando en su capacidad máxima podría abastecer a unos 750.000 vehículos eléctricos. Una cantidad que el CFO de la firma considera insuficiente si se tiene en cuenta el número de vehículos producidos anualmente en España (unos dos millones) y el peso que tiene la automoción en el PIB nacional (10%). No obstante, reconoce que el ritmo de adaptación del vehículo eléctrico será el que determine cuáles son las necesidades reales con vistas al futuro. En ese sentido, la compañía no descarta acelerar los planes para la puesta en marcha del segundo bloque, previsto en un principio para comenzar a funcionar en 2028, en caso de que sea necesario: «Si el mercado acelera y necesitamos la segunda fase antes del 2028 habrá que responder a esa demanda. Pero esta inversión requiere de un mercado que empuje de ella».

La llegada de fabricantes chinos a Europa podría dinamizar el mercado del vehículo eléctrico. Al ser cuestionado por la posible llegada de marcas chinas a la Comunitat y el papel que la gigafactoría podía jugar para que ese rumor, confirmado por el embajador chino tras su visita a Valencia y por fuentes del sector a este periódico, se convierta en una realidad, Javier Rivera no cerró las puertas a acuerdos intercontinentales. «Debemos ser amplios de miras. Entra dentro de la normalidad del sector que existan cooperaciones», comentó el CFO de PowerCO.

Asimismo, consideró que la llegada de PowerCo no sólo refuerza el potencial de la Comunitat como región puntera en el sector de la automoción, sino que «la pone en el mapa de la transformación». Un hecho que puede resultar diferencial para cautivar el interés de fabricantes procedentes de todas partes del planeta.