El precio del alquiler se estabiliza en la Comunitat por el efecto de la pandemia

Las consecuencias de la pandemia de coronavirus han llegado a todos los sectores, también al inmobiliario. El principal efecto ha sido una estabilización de los precios de alquiler, que en la ciudad de Valencia se ha traducido en una caída, y ha permitido frenar una burbuja que se había acelerado en los últimos años y que amenazaba con instaurar índices inaccesibles para gran parte de la población.

Tal y como reflejan los datos del portal Idealista, la tendencia creciente se ha frenado en el tercer trimestre de 2020 y ha situado el precio medio del metro cuadrado en la Comunitat Valenciana en 7,8 euros. Se ha encadenado varios meses de leves caídas en un período en el que en 2019 se registró un incremento y se ha comenzado a notar las consecuencias de la pandemia de coronavirus, que hasta julio no habían sido patentes al continuar aumentando. Pero la reducción ha sido muy limitada si la comparamos con las subidas de los dos últimos años y harían falta varios meses en los que se mantenga esta tendencia para recuperar la situación de 2018.

La baja detectada se ha dado de forma especial en grandes ciudades como Valencia, donde la caída es más acusada e incluso ha comenzado antes. Aún así el precio medio del metro cuadrado es mayor que en el conjunto de la Comunitat, 8,9 euros. De esta forma, mientras que a nivel autonómico la reducción mensual más significativa es de un 1% en la capital se eleva hasta el 2,6%. Esta disminución de precios ha conllevado que el importe actual sea el mismo que el de hace un año, ya que la disminución ha compensado las subidas de otras épocas del año, pero aún así sigue considerándose un precio elevado e inalcanzable en algunos casos por parte de los valencianos.

La presión en determinados barrios de la capital de Valencia se mantiene y zonas como Jaume Roig, el Botànic o La Roqueta han experimentado auges de más del 10% en tan solo un año. Con menos fuerza le siguen otros barrios como Ruzafa, el Cabanyal o Campanar. En el extremo contrario, con bajadas de más de diez puntos, están la Petxina y La Creu del Grau. Estos datos evidencian que hay zonas en las que la demanda continúa siendo muy elevada y que ni tan siquiera con las consecuencias de la pandemia se pueden compensar. Pese a todo, la ciudad no llega a tener los índices desorbitados de grandes urbes como Madrid o Barcelona.

Los expertos coinciden en que esta reducción del precio medio del metro cuadrado, que ha sido una constante en toda España, se debe principalmente a la debacle del sector turístico durante este ejercicio. Según la plataforma Pisos.com, ante la falta de visitantes extranjeros en torno a un 20% del alquiler de viviendas turísticas ha pasado a residencial, lo que ha hecho aumentar la oferta y disminuir los precios en el mercado. Aún así, a estos pisos les cuesta resituarse, ya que entran al mercado residencial buscando beneficios similares al del alquiler de visitantes. Otro factor que ha influido es que este año se ha reducido el número de estudiantes erasmus que han optado por realizar sus estudios en alguno de los campus de las universidades de la capital de la Comunitat y, por tanto, no han alquilado pisos o apartamentos.

La pandemia también se hace notar en los que buscan una vivienda de alquiler, ya que en muchos casos han visto reducidos sus ingresos de manera significativa. Así lo ha constatado Nora García, presidenta de la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval), que evidencia que los ERTE, despidos han tenido sus consecuencias. «Los inquilinos han perdido capacidad económica y ya no se ven situaciones de desesperación y ansias por adquirir una vivienda cuanto antes«, destaca García.

Para la presidenta de Asicval estamos en «un momento de impás» que llevará a que se equilibren unos precios que se habían disparado. «En el futuro veremos unos precios algo menores que harán que el mercado sea más sano», sentencia.