El precio de la gasolina da un giro total semanas antes de conocerse el IPC que fijará la subida de sueldos y pensiones

El precio de los carburantes ha dado en las últimas semanas un giro radical y durante todo el mes de octubre ha encadenado una bajada tras otra, siguiendo la senda de hace justo un año. La gasolina suma cinco caídas seguidas y el gasóleo A cuatro, lo que ha permitido un abaratamiento de hasta el 6,1% de la gasolina y un 2,5%, para el diésel desde los máximos anuales que tocaron a finales de septiembre.

En concreto, el precio de la gasolina ha caído un 0,6% con respecto a la pasada semana, para situarse en los 1,652 euros el litro, retrocediendo así a niveles de finales de julio, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, mientras que el gasóleo ha descendido un 0,54% esta semana, hasta los 1,645 euros el litro, su nivel más bajo desde mediados de septiembre.

La evolución de los precios de los carburantes las próximas semanas puede afectar directamente al cálculo del Índice de Precios al Consumo, y el IPC de noviembre es el que sirve para calcular el aumento de las pensiones para el año 2024. También influye en el cálculo del IPC el precio de la electricidad, que en los primeros días de noviembre ha caído en picado, pero en este caso debido a una situación coyuntutal debido al fuerte viento, que abarata la factura al tener mucho más peso la energía eólica.

Es a finales de este mes cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) publica el IPC adelantado de noviembre. Con ese dato se puede obtener el dato casi definitivo de la subida de las pensiones, que se revalorizarán en función del IPC medio del conjunto del año (se suman los datos del IPC desde diciembre de 2022 a noviembre de 2023 y se divide el resultado por 12). A mediados de diciembre, el INE hará publico el IPC confirmado del mes de noviembre.

Los combustibles tienen un peso importante en el cálculo del IPC y el abaratamiento de los carburantes durante este mes contrasta con la subida que ha habido del precio del petróleo: a principios de octubre el barril de Brent en el mercado internacional se vendía a 84 dólares, subió durante dos semanas hasta alcanzar los 92 dólares el día 19 y tras varias subidas y bajas ahora se negocia a 87 dólares, un precio superior al de hace 30 días.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó un 0,3% en octubre en relación al mes anterior y mantuvo su tasa interanual en el 3,5%, debido a que el abaratamiento de los carburantes compensa el encarecimiento de la electricidad y los alimentos han tenido una subida menos «intensa» en los precios con respecto a los de hace 12 meses.

Esto ha provocado que la tasa interanual se haya estacando tras tres meses consecutivos de ascensos después de que en julio, agosto y septiembre subiera cuatro, tres y nueve décimas, respectivamente, según los datos avanzados publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Pese a todo, el IPC interanual se mantiene en su nivel más elevado desde el pasado mes de abril, cuando alcanzó el 4,1%.

La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Rodríguez, ha destacado que «con toda la prudencia», el Ejecutivo celebra que la inflación se ha mantenido «estable» en el mes de octubre, y especialmente el mejor comportamiento de los alimentos y los carburantes, que han permitido reducir seis décimas la inflación subyacente, hasta el 5,2%, «la mejor tasa desde junio del año pasado».

Con los precios actuales, el llenado de un depósito medio de 55 litros de gasolina ascendería a los 90,86 euros, unos cinco euros por encima de los 85,8 euros que hubiese costado a estas alturas del 2022, incluyendo el descuento de 20 céntimos por litro vigente en aquel momento.

En el caso del diésel, el llenado de un depósito medio de 55 litros asciende a los 90,47 euros, 6,9 euros menos que los 97,4 euros que costaba en el mismo período de 2022, incluyendo el descuento. Con ésta, el diésel suma 37 semanas seguidas por debajo del precio de la gasolina.

El precio de los carburantes depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos. Además, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de los carburantes, sino que lo hace con un decalaje temporal.