Preocupación entre los proveedores de Ford Almussafes por el impacto del cierre

valenciA. La decisión de la multinacional Ford de parar su producción en la factoría de Almussafes durante cuatro semanas, entre el 17 de diciembre y el 11 de enero, ha generado «mucha preocupación» en el sector de la industria auxiliar y los proveedores de la planta, según reconocía ayer el vicepresidente de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval), Juan Carlos Mena.

Una medida que, a su juicio, tendrá impacto, ya que el tejido industrial tendrá que replantearse su situación y adaptar sus ritmos de producción al parón de la compañía. Algo que también apuntan desde AVIA (el clúster de la automoción), donde aseguran que es pronto para hacer una valoración general pero también señalan que las empresas que trabajan mediante la fórmula 'just in time' tendrán que parar mientras que otras deberán adecuar su carga de trabajo.

El vicepresidente de Femeval explica que la situación en el sector de la automoción se había recuperado tras los meses de confinamiento por Covid, entre marzo y mayo, debido a que la actividad de las fábricas estaba centrada en sacar los pedidos. Sin embargo, las nuevas restricciones han llevado a una caída de las ventas en Europa y «a una inestabilidad que no cesará hasta que no pase la pandemia».

«La demanda es débil. Comprar un automóvil es señal de confianza en el consumidor. Hace falta más seguridad y estabilidad y el Covid no invita a ello», reflexiona Mena al tiempo que hace un llamamiento para que tanto Administración como agentes sociales «nos involucremos en una factoría que es fundamental para la Comunitat y para España», en referencia a los empleos directos e indirectos que genera.

Ya el pasado viernes, tras conocerse el parón, los sindicatos de Ford Almussafes admitieron que existe una gran preocupación en la plantilla por el contexto actual que vive la planta.