CC OO prepara un ERE y un recorte drástico de su estructura en la Comunitat Valenciana

Fuentes cercanas al sindicato confirman que la medida ya ha comenzado a ser comunicada pese a que desde el comité confederal insisten en que será hoy, en base a una propuesta, cuando se decidirá el plan. Lo que sí está claro es que las cuentas actuales no cuadran y que, ante los importantes desajustes entre ingresos y gastos, era necesario meter la tijera para no endeudarse. Una situación que viene de lejos, pero que se ha precipitado en los últimos meses ante la escalada de precios que afecta a empresas y hogares.

Aunque quedan detalles por decidir se tiene claro que el principal damnificado de este proceso será la plantilla que trabaja en la sede de la plaza de Nápoles y Sicilia de Valencia, así como la estructura que depende de ellos de forma directa. En principio, quedarían excluidos los empleados de otras ciudades relevantes como Alicante o Castellón.

El objetivo del expediente será recortar puestos de trabajo de tipo administrativo de diferentes departamentos. Los primeros datos apuntan a que serán algo más de una decena de despidos de una plantilla que en Valencia está conformada por menos de un centenar de personas. Otras áreas como la de asesoramiento legal que podían ser otro de los objetivos no tienen constancia de que se van afectadas, aunque muchos puntos están en el aire.

El malestar en la principal sede autonómica de CC OO es palpable ya que muchos empleados no entienden cómo se ha recurrido a un mecanismo que tantas veces ha sido criticado por el mismo sindicato en las negociaciones que tienen lugar en todo tipo de empresas. También creen que es inadmisible que en la propuesta inicial no se busque bajas voluntarias, una fórmula muy utilizada en este tipo de procesos para evitar los despidos traumáticos. De forma paralela, ya se han puesto en contacto con abogados para gestionar el proceso.

Este plan integral que ratificará hoy la cúpula es la culminación de un retroceso que lleva años produciéndose. Representantes del sindicato que encabeza en la Comunitat Valenciana Ana García confirman que en los últimos años la plantilla no ha hecho más que decrecer ya que, por norma general, no se han cubierto las jubilaciones y también han tenido lugar despidos puntuales. Por ser más reducidos se había evitado tener que aprobar un ERE, algo que ahora será obligatorio por el impacto sobre el total de trabajadores.

De forma paralela a este proceso ha tenido lugar una pérdida de relevancia de estos actores sociales que, aunque siguen teniendo una importante cuota de poder y son una voz autorizada para negociar, no tienen tantos afiliados. Esto también ha reducido sus ingresos y ha aumentado la dependencia de subvenciones públicas, la otra fuente de ingresos.