V. LL.
VALENCIA.
Lunes, 21 de octubre 2019, 00:18
Bajo el epígrafe general de mejorar la gestión del agua, Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea, ha planteado en Orihuela la conveniencia de realizar inversiones que puedan remediar la contradictoria situación de que se sucedan sequías con episodios de gota fría que provocan inundaciones y no sirven para paliar la escasez estructural de agua.
Publicidad
El político socialista holandés visitó el viernes pasado diversos lugares de la Vega Baja acompañado del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, para comprobar los daños sufridos en la zona a causa de las inundaciones de septiembre pasado. Tras el recorrido, el vicepresidente de la Comisión destacó -según información de Efe- la paradoja de que «este agua que os ahoga termine por irse al mar y no ayude a hacer frente al problema de la sequía». Ante ello propuso que de forma conjunta, entre las tres administraciones públicas -autonómica, estatal y europea-, se realicen actuaciones para corregir tan gran contradicción. En concreto habló de «intentar ver la forma en la que Europa pueda ayudar a una gestión más sostenible del agua». En este caso, la sostenibilidad consistiría en poder guardar el agua cuando se producen lluvias torrenciales, para poder utilizarla después. Para ilustrar mejor lo que quería exponer dijo: «Imaginaos, por ejemplo, que esta gestión se llega a implementar y que toda el agua que llega en cantidades tan enormes puede ser canalizada e, incluso, reservarla para utilizarla», para destacar a continuación «los beneficios que se podrían conseguir de esta forma para la agricultura y para crear ciudades más 'verdes', con más calidad de vida».
El señor Timmermans se comprometió a hacer todo lo posible ante las instituciones de Bruselas para que tales demandas y propuestas «se escuchen».
En realidad, lo que planteó en Orihuela Frans Timmermans es lo que se le ocurre de inmediato a cualquier persona formada y con conocimientos sobre el panorama que se le mostraba. Si llueve muy fuerte y en pocas horas se acumulan grandes cantidades de agua que causan muchas pérdidas por inundación, lo que conviene es, antes que nada, evitar los daños directos, abrir cauces para desaguar con rapidez las torrenteras. A continuación, si se puede, sería razonable guardar al menos parte de esa agua que va a acabar en el mar, para asegurar reservas útiles en momentos de sequía y escasez.
Un planteamiento con el que coincide cualquier ciudadano de a pie, y más de poblaciones que han sufrido o pueden sufrir estos problemas. De hecho, si la agricultura mediterránea de regadío y los abastecimientos urbanos resisten tantos meses sin que caiga una gota es porque existen embalses. Sin embargo no quedan muchos sitios aptos para construir nuevas presas en la franja litoral donde suelen concentrarse las fuertes precipitaciones, y alguno, como el de Villamarxant (río Turia) está aprobado pero no se hace, como tampoco diversos desvíos de cauces en la Vega Baja.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.