Los proveedores evalúan el ERE de Ford Almussafes para recortar producción y plantillas

El anuncio de un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en Ford Almussafes que se traducirá en el despido de 630 de los 7.180 empleados de la compañía aún no se ha terminado de asimilar por parte del sector. Todas las partes preveían ajustes por la mala situación del mercado y la pandemia pero los datos han superado los malos augurios y durante el día de ayer se encadenaron un sinfín de encuentros y conversaciones para dilucidar el impacto de una medida cuya onda expansiva se notará en las más de cien empresas del sector de la automoción valenciana, que ya preparan sus propios recortes. Aún así, se defiende que, al menos en el medio plazo, la continuidad de la compañía está asegurada.

Desde la Asociación Valenciana de la Industria de la Automoción (Avia) se confirmó que durante la jornada se reunieron los equipos de los diferentes proveedores para comenzar a plantear reducciones en la producción, lo que a su vez conllevará la aprobación de despidos. Ford Almussafes pasará a fabricar 280 coches diarios menos hasta situarse en los 1.340 y eso implica que serán necesarias tanto menos piezas de firmas cercanas de algo tan simple como limpiaparabrisas como servicios logísticos más concretos.

El denominado clúster valenciano de la automoción trabaja para hacer cálculos y saber el impacto real de este ERE pero recuerda que, de media, cada empleo perdido en Ford Almussafes puede conllevar la desaparición de tres indirectos. Pese a todo, matizan que estas cifras son provisionales y que podrían ser incluso mayores por el gran recorte que está previsto ejecutar en abril. Otras entidades como la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto) también confirman que habrá un efecto en cadena pero se muestran recelosos a cuantificarlas por el momento.

Los despidos reducirán tanto los 30.000 puestos de trabajo del sector (entre los que se incluye los de Ford Almussafes) como el peso en el PIB autonómico, que es del 11,8%. Eso sí, desde Avia se deja claro que los ajustes serán muy diferentes en función de la dependencia comercial del gigante del óvalo ya que muchas empresas aunque nacieron bajo su paraguas se han expandido y diversificado su negocio. Otras, sí que mantienen una gran dependencia.

Tanto estas instituciones como los empresarios en su conjunto no dudan en calificar de mala noticia el ERE anunciado, que también conlleva el fin del turno de noche, pero sin evitar el pesimismo niegan que esto vaya a suponer el fin de la factoría y lo atribuyen más a una reestructuración. No descartan que este proceso sea más profundo que episodios anteriores y lleve a que la configuración de la planta sea más reducida que la de los últimos años. El presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) admitió ayer que "no es una buena noticia" el ERE pero apuntó que "no se puede poner en duda la competitividad de la planta". En este sentido, el líder de la patronal autonómica resaltó que a pesar de los despidos anunciados, "es importante que recordemos la versatilidad demostrada por el sector del automóvil, su capacidad de adaptarse a los nuevos retos y la agilidad con la que la planta de Ford en Almussafes ha respondido siempre a las nuevas exigencias".

Lo que sí tienen claro los agentes económicos es que cuatro vehículos de la factoría valenciana tienen una fecha de caducidad a corto plazo al no contar con modelos eléctricos e híbridos y por ello se piden nuevas inversiones en el marco de la electrificación que se sumen al modelo Kuga, que es hoy por hoy el único con versión mixta y que representa el grueso de la producción.

La plantilla en general y los sindicatos en particular se suman a esta demanda ya que la consideran la única forma de asegurar la continuidad a largo plazo. También insiste en ella el Consell ya que tanto el conseller de Economía, Rafael Climent, como el presidente Ximo Puig reforzaron la idea de que la sostenibilidad es el camino para mantener la mayor parte de la estructura de una planta que remarcaron que es una de las más competitivas. Eso sí, Climent pidió una "una planificación y un proyecto sólido" que consolide a todo el sector, y que "en un tiempo no demasiado largo" se adjudique a la fábrica de Almussafes al menos, una parte del coche eléctrico. Por el momento, el grueso de estas inversiones han ido a parar a Colonia, el epicentro de Ford en Europa, pero se presiona para que existan otras aunque tarden un poco más en materializarse y tengan un peso menor.

De forma paralela, la Generalitat reiteró la buena relación que mantiene con Ford Almussafes, con la que comparte diferentes proyectos que se evalúan en una comisión conjunta que se reúne de forma periódica y que confirmó que seguirá su curso sin problemas. De hecho, la firma del óvalo ha recibido ayudas públicas por valor de más de 100 millones en la última década para proyectos entre los que destacan inversiones sostenibles.