Proveedores de Ford Almussafes buscan nuevas vías de negocio ante la caída de producción

La empresa valenciana especializada en piezas de plástico, que cuenta con una plantilla de en torno a medio millar de empleados, confirma que se ha cerrado un acuerdo con la Agencia Valenciana de la Innovación y el centro tecnológico catalán Eurecat para integrar la electrónica en plásticos, un campo inexplorado que consideran que tiene muchas posibilidades y que, lo más importante, va más allá del mundo de la automoción al tener aplicaciones en la aeronáutica, en la misma electrónica de consumo y hasta en los electrodomésticos.

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Desde Industrias Alegre confirman a este diario que la idea de esta iniciativa nació hace dos años, cuando el departamento de I+D comenzó a ver posibles utilidades a una fórmula que no estaba explorada. El avance permitirá la fabricación de piezas más ligeras y con menos componentes para ensamblar, al tiempo que otorgará más libertad en el diseño y las diferentes funcionalidades. En la práctica, todos los productos con electrónica mecánica como, por ejemplo, los accionamientos de las luces o las consolas de los vehículos, son susceptibles de producirse a través de la denominada plastrónica.

El proyecto ya ha pasado una primera fase y el equipo técnico está trabajando en una muestra final. El departamento de I+D admite que aún «no es aplicable al 100%» pero considera fundamental dedicar una parte de fondos a este tipo de iniciativas para diversificar el negocio. Y más cuando pueden generar un importante valor añadido, como en este caso.

Industrias Alegre es una de las empresas más grandes que ha profundizado en estos procesos de diversificación ante las dudas que plantea la factoría de Ford Almussafes, que aunque descarta un cierre en el corto plazo sí está inmersa en un proceso de redimensionamiento para contar con una plantilla más reducida, pero no es la única. Otras firmas algo menores como la ingeniería Itera buscan desde hace años complementar su trabajo con el gigante de la automoción con otros referentes en auge como Stadler, dedicada al mundo ferroviario.

El clúster de Automoción de la Comunitat Valenciana, Avia, ya admitió cuando el ERE de Ford fue anunciado que el impacto en las empresas proveedoras sería dispar y que aquellas más diversificadas podrían resistir mejor el recorte de la producción del principal pulmón industrial de la autonomía. Por ello, animan a que las sociedades que tengan posibilidades dediquen fondos a unas iniciativas que pueden asegurar una mejor salud en el futuro. Aún así, son conscientes que no todas pueden llevar a cabo estos procesos y que la dependencia de Ford en muchos casos es casi total.