¿Cómo puedo comprar un lingote de oro?

Desde hace un tiempo, la inversión en oro se ha considerado una apuesta seguro para aquellos momentos de muchas turbulencias en los mercados de renta variable. Esto se debe a que su valor muestra más estabilidad y menos volatilidad que otros activos financieros. Eso sí, se trata de piezas verificadas por la 'London Bullion Market Association' (LBMA), cuyo precio dependerá tanto de las condiciones del mercado en función de su cotización como del tamaño, o mejor dicho el peso, de la pieza que se quiera adquirir.

Lo que muchos se preguntan es: ¿Dónde puedo adquirir un lingote de oro? Pues bien, lo cierto es que hay varias formas de comprarlos. Una de ellas es a través de máquinas expendedoras. Como las que hay en todas las ciudades que venden refrescos y snacks. Eso sí, no están en todas partes. De hecho, la única que había en España ya no está en funcionamiento. Además, debes tener en cuenta que se aplican comisiones mucho más altas que en otros métodos y que no se puede pagar de cualquier forma. Para comprar lingotes de oro no valen las monedas. Ha de ser con tarjeta.

Por otro lado, la cadena de supermercados estadounidense Costco puso a la venta unas barras de oro de una onza (28 gramos) a unos 1.900 dólares cada unidad, unos 1.806 euros. Según afirma el director financiero del grupo, Richard Galanti, estos pequeños lingotes han tenido «una demanda muy intensa» y se agotaron de forma rápida.

Sin embargo, lo ideal es adquirirlo mediante aquellas entidades expertas que están autorizadas para su venta. Tampoco es algo que uno deba decidir a la ligera ya que se debe determinar la pieza de oro que pretende adquirir, tanto en función del precio como de la rentabilidad que se pueda obtener con el mismo.

Lo que sí que existen en todo tipo de comodidades para su compra. Muchas de las entidades expertas ofrecen la posibilidad de adquirirlo de forma online. Como ocurre en cualquier otra transacción, esta fórmula suele resultar más cómoda, segura y rápida para aquel inversor interesado en hacerse con un lingote de oro.

En primer lugar, seguridad en la inversión. Es un valor que no ha dejado de ponderarse a lo largo de toda la historia, tanto si invertimos en monedas de oro, como el Krugerrand sudafricano como si lo hacemos comprando lingotes a empresas privadas o bancos públicos.

En segundo lugar, es un activo que cuenta con prestigio en todo el mundo. Está bien valorado en todas partes. Y, por último, ofrece estabilidad al comprador pese a que también tiene sus baches, aunque en ningún caso tan abruptos como las criptomonedas o los inmuebeles.

• Temas
• economia