

Secciones
Servicios
Destacamos
El enfrentamiento entre el Puerto de Valencia y el Ayuntamiento por la ampliación norte y el acceso submarino a esta se está transformando en un pulso entre los socialistas y sus socios en el Consell y el consistorio. Ante las declaraciones contrarias al proyecto del alcalde Joan Ribó y el informe municipal que reclama una nueva evaluación del impacto ambiental -al ser la actual de 2007-, fuentes portuarias niegan que el edil tenga ya en su mano parar la obra y aseguran que el desarrollo de la iniciativa es imparable.
De hecho, el único que podría detenerla sería el Ministerio de Fomento, que dirige el socialista valenciano José Luis Ábalos, partidario de la iniciativa. Y es que la pieza clave del proyecto, la construcción de un túnel submarino para el acceso a la superficie que se está ganando al mar dentro del Muelle Príncipe Felipe, ya se encuentra en fase de estudio por parte de Ineco, firma de ingeniería dependiente del Ministerio de Fomento.
La ampliación norte, que significará una inversión de 2.000 millones y para la que sólo hay un aspirante, TIL, filial de la naviera internacional MSC, salió a concurso con el voto a favor de Ribó, pero es criticada desde Compromís y Podemos. Por contra, es apoyada por los socialistas, que ocupan los principales cargos de responsabilidad en las entidades vinculadas al proyecto. La oferta está siendo analiza por el Puerto y no se prevé que se adjudique finalmente hasta finales de año.
Desde un punto de vista social, cada uno de los bandos dispone de respaldo. Por una parte, la oposición que en los despachos gubernamentales encabezan Ribó y el vicepresidente segundo del Consell Rubén Martínez Dalmau es encarnada en la calle por los colectivos ecologistas y ciudadanos de El litoral per al Poble y Per l'Horta, un histórico compañero de pancarta de Compromís.
A su vez, la postura socialista que personifica el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez; el ministro de Fomento, José Luis Ábalos; el conseller de Obras Públicas, Arcadi España; y el propio presidente Ximo Puig dispone del apoyo total de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), como ratificó ayer su presidente, Salvador Navarro.
Además, entre los firmes defensores del proyecto está el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, naviero que recientemente incorporó al expresidente socialista del Gobierno Felipe González como consejero de Boluda Towage, filial de remolcadores y joya de la corona de Boluda Corporación Marítima.
Navarro lamentó ayer que, «una vez más, unas declaraciones políticas puedan hacer replantearse determinadas inversiones en la Comunitat». Además de defender el transporte con camiones (que Ribó llegó a calificar como cosa del pasado y demandó que se optara exclusivamente por el ferrocarril para llevar mercancía al Puerto) , la CEV espera «que no se pongan más trabas a la ejecución del acceso norte, ni se utilice a determinados sectores para ralentizarlo», en referencia a los colectivos sociales que están llevando la voz cantante en la disputa.
De hecho, Navarro recuerda que el Puerto «es ejemplo de sostenibilidad para los puertos europeos», puesto que «en los últimos ocho años el tráfico de TEUs ha aumentado en más del 30%, lo ha hecho un 20% el tráfico en millones de toneladas, mientras que las emisiones de CO2 han seguido el camino contrario, reduciéndose en más del 17%».
Fuentes conocedoras del enfrentamiento entre instituciones también atribuyen esta situación a cuestiones internas de Compromís y las tensiones entre los afines a Ribó y otras facciones de la organización. El primer edil estaría haciendo una procesión de fe ecologista frente a otras familias de cara a disponer de gancho frente a candidaturas alternativas a quién él respalde en el momento de elegir sucesor.
En cualquier caso, en el enfrentamiento político, el puerto no sería la guerra, sino un batalla más, la primera de esta legislatura, en un conflicto más a largo plazo y con objetivos de corte partidario. Los enfrentamientos internos en Compromís y las acusaciones de falta de democracia interna se están sucediendo en las últimas fechas en municipios como Alzira, Villanueva de Castellón y Alfarb. De hecho, los alcaldes de las tres ciudades, Diego Gómez, Óscar Noguera y Santi Cervera han dejado la militancia en la coalición por consideran que el partido no escucha todas las voces.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.