¿Por qué cierra el pequeño comercio valenciano?

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Las ventas del comercio minorista apenas crecieron el año pasado, en periodo de recuperación económica y del consumo, un 1,2 % a nivel nacional, según datos del INE. Sin embargo, las del pequeño comercio se han estancado, con un aumento residual del 0,2 % y con un descenso del 1,6 % en el mes de diciembre, en plena campaña navideña. Frente a estas cifras del último mes de 2017, las pequeñas cadenas vendieron un 1,2 % más, las grandes cadenas un 5,4 % más y las grandes superficies tuvieron un aumento del 2,1 %.

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La Confedereción Española del Comercio (CEC) alerta de que la liberalización de los periodos de rebajas, con frecuentes descuentos y promociones constantes, es una de las principales razones del estancamiento de las ventas del pequeño comercio. Las grandes cadenas y superficies se benefician más de estas rebajas.

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A la liberalización de las rebajas, se suma el comercio electrónico (por internet) y el cambio en los patrones de consumo: ya no hay tan grandes picos de ventas en determinadas épocas del año, sino que las compras se reparten más en los 12 meses. Desde la Confederación Española del Comercio (CEC) subrayan que a las empresas que venden a través de internet «se les debe de exigir las mismas obligaciones que a las tiendas físicas».

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Al margen de los vaivenes políticos, como se demuestra en Cataluña, con más de 3.000 autónomos del pequeño comercio menos en 2017, están decisiones como la liberalización de los horarios comerciales, que en la Comunitat Valenciana ha registrado varios cambios en los últimos meses. El comercio tradicional, y más el formado por autónomos, no puede competir con la amplitud de las plantillas de las grandes cadenas, superficies y almacenes.