-Con su trayectoria y su relevancia en el PP no cabrá el recurso habitual de que no hay presupuesto para excusarse ante ocasionales reclamaciones del sector...
-Tenemos un presupuesto aprobado y seguiremos con él, claro.
-Pero llegado el caso, pese a lo inicialmente previsto, si hace falta más dinero para algo concreto y urgente, se supone que usted tendrá más capacidad de maniobra y decisión, ¿no? El equipo anterior, de Vox, repetía que disponía de pocos recursos.
-Del anterior conseller, José Luis Aguirre, sólo puedo decir que es todo un caballero y se ha portado muy bien en el traspaso. Pero sí, es evidente que no dejaremos desatendidas cosas que se presenten con urgencia y que necesiten atención. Iremos viendo. Con el agua de socorro para los ganaderos ya hemos dado muestras claras de ello. En cuatro días hemos puesto en marcha un suministro extraordinario con 200 camiones de 25.000 litros cada uno, para llevar el agua necesaria a 388 explotaciones ganaderas. La operación tiene un coste de 1,4 millones de euros para un total de 3.500 transportes y las complejidades del procedimiento administrativo se han resuelto en tiempo récord gracias a la dedicación del personal del departamento, que ha trabajado con toda la celeridad y eficacia que la situación reclama. Y en todo lo que venga, dejo claro que no habrá excusas de falta de dinero y dedicación.
-Es decir, que cuando los objetivos se concretan en todos los órdenes y confluyen todas las decisiones, los trámites se pueden acelerar y acortar. Esto va en paralelo a su promesa de reducir burocracia, ¿no?
-Coincide con lo anunciado por el presidente Mazón para simplificar tramitaciones y eliminar o reducir cargas allá donde se pueda. Éste es un objetivo claro del Consell en general y en la Conselleria de Agricultura será quizá de los sectores en los que más podremos actuar en tal sentido. Al agricultor no podemos cargarlo con papeleos excesivos y muchas veces reiterativos e innecesarios. Hay que simplificar.
IVIA
«Es un centro de referencia y vamos a corregir problemas derivados de la mala gestión del 'Botánic'»
-¿Podría poner tres ejemplos donde van a actuar en tal sentido?
-Estamos ahora en el proceso de analizar muchas cosas para presentar soluciones de simplificación necesaria. Pronto iremos desgranando alternativas, siempre en esa dirección de simplificar, de convertir los trámites en algo más sencillo y fácil; casi todo se ha ido complicando de manera exagerada y ahora toca reducir y eliminar pasos inútiles. Pero si en algo hay coincidencia generalizada es en lo del cuaderno digital de explotación agraria. Por ahí no vamos a pasar, lo rechazamos de plano. Queremos que siga en formato papel, como en otros países.
-¿Qué harán? El ministerio anunció que el digital será voluntario.
-Sí, pero eso aún es sólo una intención; todavía no ha quedado definitivamente reflejado en un documento legal en el BOE, y tampoco quedó claro que esa presunta voluntariedad se aplique definitivamente o le den un carácter temporal o provisional. En todo caso, llegados a lo peor, si obligaran a implantarlo, nosotros nos declararíamos insumisos. No lo haríamos. Tendrían que obligarnos por vía judicial, pelearíamos a tope y seríamos los últimos en implantarlo. Pero no creo que se llegara a tanto. Hay razones de peso para entender que a los agricultores no se les puede obligar a hacer lo que no saben o no pueden; su dedicación a la tierra les dota de unas habilidades que en la mayoría de los casos suponen una incompatibilidad con esas otras dotes que se pretende exigir ahora en cuanto a digitalización. No están preparados y en todo caso hay que facilitarles las cosas, no complicarles más la vida. Para nosotros es un honor defenderlos.
-¿Qué harán con la Ley de Estructuras Agrarias que aprobaron todos los partidos políticos, también el PP, y apenas se ha desarrollado?
-Bueno, hemos ampliado la exención fiscal para todas las transmisiones de tierras con la esperanza de que se dinamice el mercado y se frene el abandono de campos. Eso puede permitir, por ejemplo, que el abuelo le pase parcelas al nieto sin costes adicionales.
-¿Al nieto? ¿Y qué hará el nieto con las parcelas que ya no quiso el padre porque no eran rentables?
-Nuestra misión es crear las condiciones necesarias para que vuelvan a ser rentables.
Daños de la fauna
«Confiamos en que la caza irá remediando el problema. Los daños en cultivos son cosa del seguro»
-¿Usted ha insistido en los últimos días en la idea de que consumir productos valencianos en la Comunitat Valenciana contribuye a crear riqueza y generar empleo, pero en muchas cosas se produce para exportar. ¿Qué pasaría si en todas partes hicieran lo mismo? Y por otro lado, gran parte de las cebollas valencianas se han perdido este año en los campos mientras que los supermercados las traían caras de países distantes. ¿Cómo se conjuga todo esto?
-Debemos acometer entre todos estas discordancias tan notables y buscar soluciones viables. A veces son factibles marcas de calidad para prestigiar y distinguir lo propio. Los criterios modernos del mercado imponen necesarias evoluciones.
-También vemos que donde tenemos marcas de calidad no siempre resuelven gran cosa, ni las leyes de protección territorial. ¿Qué van a hacer con la Ley de protección de l'Horta? Usted dijo que la derogaría.
-Lo estamos estudiando. Hay que darle una vuelta, eso es evidente; sólo ha servido para añadir burocracia sin resolver nada. En l'Horta también crece el abandono de campos.
-¿Y con el IVIA, qué planes tienen?
-El IVIA es un centro de investigación de referencia y lo vamos a potenciar. Tiene investigadores de gran categoría internacional y tenemos que aprovechar al máximo sus capacidades científicas.
-¿Ha tenido ocasión de comprobar el estado de gran parte de las parcelas de investigación y experimentación donde se basó su prestigio internacional? Desde fuera parece que se haya contagiado del abandono general.
-Eso lo vamos a corregir y arreglar enseguida. Es una consecuencia de la negativas o nulas decisiones de la dirección anterior. El centro está aquejado de muchos problemas derivados de la gestión del 'Botánic'. Es el resultado de la desidia general. Le vamos a prestar una atención especial para que vuelva a ser lo que fue en todos los sentidos, y en poco tiempo estoy seguro que se notará, porque contamos con investigadores magníficos.
-¿A qué se deberá que la agricultura sea siempre como el patito feo? Malos precios, falta de viabilidad, los jóvenes huyen, poca atención, los campos se dejan... y encima esa atmósfera general de culpabilización que recae sobre el campo.
-Es cierto, hay como una demonización planificada del agricultor. Se le señala desde muchos puntos acusándole de contaminador, defraudador, ineficaz... Casi como delincuentes. Ha habido campañas de inspección laboral en las que la consigna era ver si existían situaciones de casi esclavitud, para luego comprobarse que son los más cumplidores en todo y que si hay alguien que pueda sentirse esclavo del resto de la sociedad es el agricultor y el ganadero: productores de alimentos sanos, de calidad y baratos, trabajando de sol a sol, sin vacaciones y en muchas ocasiones perdiendo o ganando poquísimo. Eso hay que cambiarlo. En realidad son héroes por seguir en lo suyo pese a todo.
-Con el agua, que ahora es competencia de su conselleria, ¿qué estrategias va a seguir?
-Dos líneas claras: seguir reclamando ayudas compensatorias del Gobierno y la UE para paliar las agudas pérdidas por la sequía y pelear para conseguir inversiones y recursos que mejoren nuestras perspectivas. Pero el ministro Planas no atiende nuestra petición para convocar la Mesa de la Sequía y la ministra Teresa Ribera hace caso a los ecologistas radicales y desoye las voces agrarias.
-¿Los trasvases estarán mal vistos ya para siempre?
-La sociedad ha de entender que es preciso llevar agua desde donde sobra a donde falta para que se pueda producir aprovechando condiciones de suelo, clima y saber hacer que no están en otros sitios. Pero la verdad es que todas las decisiones del Gobierno central en materia hidrológica parece que van en contra nuestra, como si hubiera una idea preconcebida para castigar. Nos recortan el caudal en cada acuerdo del trasvase Tajo-Segura, nos deben 20 hectómetros para la Albufera, no reconocen los graves defectos de la balsa de San Diego, vital para el Júcar-Vinalopó, ahora hacen oídos sordos a las consecuencias nefastas que está teniendo la grave ausencia de lluvias y la constante pérdida de reservas. Hay como un ensañamiento desde el Gobierno con la Comunitat Valenciana. Desoyen, no reconocen, se desentienden, no atienden...
-El ex conseller Aguirre anunció ayudas para compensar los daños de la fauna silvestre, pero luego quedó en poca cosa, sólo apoyos para vallados de protección de campos. ¿Qué harán ustedes?
-Los daños causados por la fauna son alarmantes, especialmente en el caso del jabalí. Nuestra idea es fomentar y facilitar la caza para ir rebajando poblaciones dañinas y al mismo tiempo ayudar al agricultor para que se proteja con vallas. También queremos impulsar el aprovechamiento gastronómico de la carne de caza a través de la agroindustria. Los daños directos en cultivos deben ser cubiertos por el seguro agrario.
-Pero se quejan de que el seguro es muy poco eficaz en esto.
-Trataremos de mejorarlo.
-¿Y bastará con la caza para remediar el problema?
-Confiamos en que sí. Los cazadores son los mejores aliados de los agricultores y de la seguridad vial, para evitar accidentes.
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