Ilustración: Sr. García

La recuperación valenciana llega a diferentes velocidades

El azulejo y el mueble ya han vuelto a los registros previos a la pandemia mientras el turismo espera al verano para despegar y el automóvil no ve la luz al final del túnel

Jueves, 3 de junio 2021, 01:39

El 2020 ha sido el año de la pandemia pero el 2021 será el año de la recuperación. Esta frase, repetida hasta la saciedad por infinidad de actores políticos empresariales y sociales, comienza a ser una realidad. La economía valenciana, en una tendencia similar ... a la española, ya comienza a dejar atrás el fantasma del coronavirus. Después de un arranque de año difícil en el que la vacunación era a cuentagotas y una ola postnavideña que disparó los contagios a máximos y obligó a aprobar duras restricciones, desde marzo es cada vez más palpable una tendencia alcista que da esperanza a la ciudadanía. Pero en estos primeros meses no sólo se ha evidenciado que la incipiente recuperación sino también que va a llegar a diferentes velocidades, lo que implica que para muchas empresas esta travesía por el desierto no ha llegado a su fin.

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Alejandro Escribá, miembro del prestigioso Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y profesor de la Universitat de València, confirma que esta crisis ha creado cuatro grupos diferenciados. Uno que tras el impacto de la pandemia se recupera desde finales del año pasado con fuerza, otro que empieza a arrancar ahora, un tercero que contaba con crisis estructurales que el coronavirus ha hecho aún más patentes y un cuarto de unos pocos afortunados que el difícil contexto sanitario ha beneficiado. Una excepción que ha vivido su particular temporada de vacas gordas.

Tal y como reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), por norma general, la industria valenciana responde mejor que los servicios autonómicos al acaparar en los tres primeros meses del año un crecimiento del índice de actividad del 3,2% frente a la caída del 0,4% del tercer sector. Aún así, incluso dentro de la misma rama de actividad se evidencian diferencias.

Sectores recuperados

Los más exportadores

Un alto grado de internacionalización y una buena competitividad de las empresas son claves para una recuperación rápida que se ha vivido en firmas dedicadas a los productos minerales no metálicos en general y el sector azulejero en particular, que lideran este crecimiento en los primeros meses de 2021 con cuotas de aumento del 18,9% y el 14,8% respectivamente. Además, las cifras recopiladas por el departamento de Comercio Exterior del ministerio de Industria evidencian que, en el arranque del año, las exportaciones de las sociedades azulejeras crecieron un 6% y confirmaron así que este ya es uno de los sectores que puede decir que ha salido de la crisis.

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En menor medida, las firmas dedicadas al mueble también se pueden incluir en esta élite de afortunados. En este caso, el negocio internacional se ha disparado nada menos que un 20% en el primer trimestre y, en su conjunto, esta división valenciana aspira a crecer al menos un 10% en 2021 y recuperar así las pérdidas del ejercicio anterior. Aún así, es necesario destacar que nunca sufrió tanto la pandemia como otros ya que aunque las ventas a grandes superficies se desplomaron repuntaron las dedicadas a los hogares. En un confinamiento obligatorio muchos ciudadanos apostaron por renovar mobiliario y adaptarlo al teletrabajo.

Sectores en recuperación

Los de la 'vieja normalidad'

En el segundo grupo de actividades que mejoran pero que aún no pueden hablar de recuperación se encuentran aquellas ligadas a lo que podríamos denominar 'vieja normalidad'. Todo el negocio del turismo y otros relacionados como parte de la hostelería o el comercio esperan con ansias la llegada de visitantes que ya ha arrancado con los españoles desde la caída del cierre perimetral de hace pocas semanas.

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El punto diferencial será el verano y si se cuenta con una cantidad relevante de turistas internacionales ya se podrá hablar de una recuperación clara. De momento, las expectativas son buenas ya que la vacunación avanza a buen ritmo y el presidente Ximo Puig ya habla de la llegada de nueve millones de turistas, el doble que en 2020, que aunque fue una temporada atípica pro la crisis sanitaria se pudo salvar. Pese a todo, la patronal hotelera Hosbec recuerda que en 2020 las pérdidas representaron 1.764 millones.

En el mismo barco de esta recuperación algo más tardía están las firmas inmobiliarias. Según el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia, después de una caída de las ventas del 27,7% en 2020, en el primer trimestre de 2021 han aumentado un 14,67%. En términos interanuales se pierden casi cuatro puntos. Los expertos consideran que la reactivación del mercado británico ayudará a afianzar un sector que también tiene diferencias internas ya que las casas fuera de la ciudad son más demandadas ahora.

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Sectores en crisis

La conversión del automóvil

Aquellas líneas de negocio que ya vivían una crisis particular por diferentes motivos han visto como la pandemia ha acelerado el proceso. El ejemplo más claro es el del automóvil valenciano que tiene como columna vertebral Ford Almussafes, que ha aprobado varios ERTE y un doloroso ERE que ha llevado a que se fabriquen 280 vehículos diarios menos hasta los 1.340. Esta semana, la dirección confirmaba que la demanda no se recupera, lo que unido a las limitadas inversiones encaminadas a fabricar vehículos híbridos y eléctricos, hace presagiar una estructura más limitada que la actual.

El efecto cadena también llega a parte de la industria del metal proveedora, que cae en el primer trimestre dos puntos. Otras del sector centradas en la maquinaria y el equipo mecánico sí tiran algo más del carro. La comunicación es otro de los sectores que aún no ve la recuperación clara.

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Beneficiados de la pandemia

La excepción afortunada

En todas las crisis hay empresas que, por una cosa u otra, terminan beneficiadas. El coronavirus no ha sido una excepción y las firmas relacionadas con la digitalización han vivido un aumento de ventas destacable pero también los supermercados, que con la hostelería cerrada lograban facturar más sí o sí. Otro ejemplo claro en la Comunitat es esa parte de la industria textil que se ha reconvertido para producir mascarillas y ha disparado su facturación. De la misma forma, las factorías químicas apenas notaron la pandemia y muchas se beneficiaron con la producción de desinfectantes. De hecho, sólo una de cada diez firmas del sector ha aprobado un ERTE.

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