La refundación de Feria Valencia queda en punto muerto tras el varapalo de la Abogacía

Desde la conselleria de Economía se han pronunciado por primera vez acerca de un dictamen que aunque no es vinculante sí se debe tener en cuenta para evitar problemas futuros y admiten que no saldrá adelante el decreto ley que se esperaba aprobar antes del verano. En el departamento encabezado por Rafael Climent aceptan cuestiones como que no es necesario aprobar la norma por la vía de urgencia y que no se debata desde un primer momento en Les Corts pero discrepan sobre otras cuestiones.

Un punto que ha generado muchas fricciones es el que hace referencia a la falta de competencias de la Generalitat para crear una corporación de derecho público, la empresa privada con control de la administración que se quería imponer como modelo para terminar con la indefinición jurídica actual que ha llevado a tantos dolores de cabeza para el Consell y también para la misma institución. Pero aunque no está de acuerdo con la interpretación y rechaza la propuesta que hace para que se constituya un consorcio (modelo de Ifema pero que no gusta al Ayuntamiento de Valencia), la conselleria de Economía ha decidido paralizar por el momento todo el proceso. De hecho, se llega a admitir que es posible que haya habido algo de precipitación.

Y el otro apartado que más ha incomodado es el que hace referencia a que la propuesta no soluciona el problema de la gigantesca deuda de 474 millones de Feria Valencia y que Economía ya ha instado a Hacienda a asumirla. En este punto las posiciones están completamente enfrentadas y es el principal escollo, tal y como resaltó ya el departamento liderado por Vicent Soler en sus alegaciones al proyecto. Y es que el problema que existía en 2017, cuando se pacto la primera hoja de ruta para la refundación, no parece que vaya a desaparecer en el corto plazo pese a que la deuda haya sido asumida pro parte de la Generalitat ¿Por qué? Pues porque aún figura en las cuentas en concepto de cuenta acreedora, lo que limita su actividad y acerca el concurso de acreedores.

A día de hoy, el mayor problema es que ante la imposibilidad de avanzar y la falta de consenso no se pueda cerrar un modelo que sí gustaba a los empresarios y que la deuda pueda terminar con el ente. Lo más paradójico es que en estos años se han cambiado los papeles ya que la conselleria de Economía que tanto quería un modelo público apuesta ahora por uno privado y Hacienda que rechazaba engordar la administración ahora lo plantea.

El patronato de Feria Valencia se reúne mañana con la vista puesta en un proceso de refundación que nunca se termina de vislumbrar. Agentes del mundo empresarial y político se citarán en las instalaciones del ente para abordar el desarrollo de un proceso que pretendían que quedase desbloqueado este verano pero que ya parece misión imposible.

Desde el mundo económico la paciencia se comienza a agotar ya que cada vez se mira con más resignación que no se haya podido encontrar una fórmula válida para solucionar tanto el problema de la deuda como el de la indefinición del ente. Actores de la importancia de Ascer, la patronal azulejera que impulsa la feria Cevisama, ya advirtieron que el evento que otorga casi un tercio de la facturación puede estar en el aire por las dudas que sobrevuelan Feria Valencia. Otros como la patronal CEV o la Cámara de Valencia también han instado a encontrar una solución. La posición mayoritaria es que se busque un nuevo modelo que cierre problemas que se llevan arrastrando años y a partir de aquí dejan espacio al Consell para trabajar.

Por su parte, Feria Valencia retoma poco a poco su actividad tras la pandemia y por ello no se quiere que haya un freno innecesario. Después de la celebración de la Feria del Automóvil de Ocasión se espera que tras el verano se pueda recuperar en torno al 85% de la agenda habitual. Un primer paso centrado en las citas locales con el objetivo de que en 2022 ya puedan ver la luz los certámenes más internacionales.