La reincorporación de todos los trabajadores de Marie Claire deberá ser efectiva antes del 1 de octubre

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Castellón, que fue el encargado de autorizar la operación, incluyó en su auto la obligación de que la compañía hispano-polaca reincorporase a los empleados de Marie Claire en el plazo de cuatro semanas desde la formalización de la compraventa. Según la orden de la titular, el regreso de los trabajadores debía realizarse de forma gradual.

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El punto de partida para esa reincorporación será el momento en el que se entregue la documentación que acredita la venta de Marie Claire a la compañía For Men, prevista para «la penúltima o la última semana de agosto», según Antonio Durán, secretario general de UGT-FICA Comarques de Castelló. A partir de entonces, los empleados irán volviendo a sus puestos de trabajo por bloques. La primera semana tras la compra regresará el primer grupo, compuesto por unos 30 trabajadores. Las dos siguientes semanas serán grupos de 15 empleados los que se reincorporen, mientras que en la cuarta semana vuelvan los restantes (unos 10 efectivos). Antes de que eso suceda, varios trabajadores de mantenimiento accederán a la fábrica para poder ponerla a punto y ver cuántas máquinas están en condiciones para producir, con el objetivo de que «nada más se produzca la compraventa se puedan empezar a reincorpora los trabajadores».

«El día 1 de octubre sí o sí tienen que estar todos los trabajadores reincorporados. Tiene que ser así porque el compromiso que adquirió la plantilla para alargar el ERTE era hasta el 30 de septiembre, así que entendemos que más allá de esa fecha sería una cuestión incomprensible», explica el representante de UGT.

Además, el secretario general de la formación sindical en la zona ha demandado a la dirección de la empresa que se reúna antes de octubre con el comité de empresa y con la plantilla para poner encima de la mesa los planes de actuación para volver a consolidar la marca en el sector. «El riesgo de ir a liquidación lo hemos sorteados, pero ahora queda un trabajo duro por delante. No va a ser fácil, porque la marca está desprestigiada y saben que van a trabajar un tiempo a perdidas», indica Durán.

Por el momento, el objetivo de la compañía debe ser el de consolidar la firma de nuevo en la industria textil, aunque desde los sindicatos confían en que en un futuro la fábrica pueda llegar «a unos 150 o 200 trabajadores, y si pueden ser de la zona de Villafranca o de Els Ports, mejor».