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Robot. Un autómata del instituto tecnológico Ainia es teledirigido entre naranjos de la finca experimental de AVA en Polinyà. V. LL.
Robots y drones de plantilla para facilitar las tareas de cultivo

Robots y drones de plantilla para facilitar las tareas de cultivo

El desarrollo digital despliega aparatos de detección de plagas y carencias vegetales pero avanza lento a la hora de automatizar los trabajos costosos

Vicente Lladró

Valencia

Lunes, 25 de septiembre 2023, 00:44

Las nuevas líneas que marca la UE y los gobiernos nacionales y regionales impulsan cambios que no siempre se pueden desplegar en toda la dimensión requerida o con la celeridad demandada, pero las expectativas de digitalización y automatización animan nuevos desarrollos de sistemas y aparatos que apuntan en tal dirección. Las nuevas tecnologías facilitan estos despliegues, pero se aprecia cierto desequilibrio en las respuestas. Abundan resultados que apuntan a facilitar sobre el papel la detección de plagas y otras carencias de los cultivos (falta de nutrientes, estrés hídrico...), es decir, abundan en las fases de diagnóstico de problemas, pero no tanto en facilitar, en consonancia, una disponibilidad de máquinas que ayuden a resolverlos con la necesaria automatización, que aporten soluciones y libren en buena medida del trabajo realmente costoso.

Satélites, cámaras y sensores

En la finca experimental de AVA-Asaja en Polinyà del Xúquer se han presentado, por ejemplo, los resultados del proyecto 'Sensoplag', financiado por la UE con el objetivo de aplicar las nuevas tecnologías para lograr una respuesta más temprana, precisa y sostenible contra algunas plagas de los cítricos, como el cotonet de Sudáfrica, el trips de la Orquídea y el ácaro rojo oriental, así como nuevas amenazas que quizá lleguen pero aún no están aquí, como los vectores que pueden transmitir el temible HLB.

Proliferan sistemas digitales de diagnóstico de problemas y hacen falta nuevas máquinas para resolverlos con eficacia

El presidente de AVA, Cristóbal Aguado, dijo, al abrir la jornada de presentación, que «la digitalización es una asignatura que todos debemos estudiar. En el caso de la agricultura, proyectos como éste son necesarios para adaptarnos a las exigencias del Pacto Verde Europeo, ya que las nuevas tecnologías pueden acercarnos a la prevención y la lucha de plagas con mayor concreción y menor uso de productos fitosanitarios».

Investigadores del IVIA (Enrique Moltó y Sergio Cubero), Ainia (Lorenzo Cervera), Universitat de Valencia (Sheila Sánchez) y de la empresa Locatec (Salvador Rodrigo) desgranaron sus avances en dichos cometidos, con el común denominador de emplear sensores, cámaras, trampas inteligentes y ortofotos de satélites para captar datos sobre hojas, frutos y amplias áreas cultivadas e interpretar lo que 'ven' valiéndose de conocimientos y algoritmos de la llamda 'Inteligencia Artificial'.

El IVIA trabaja en sistemas de teledetección a través de la interpretación de imágenes gratuitas de satélites, de sobra disponibles para otros cometidos como el Catastro, SIGPAC, Google Maps, etc. De este modo, Moltó indicó que es relativamente sencillo detectar situaciones de estrés fotosintético que provoca el hongo de la negrilla en los naranjos. Cubero mostró prototipos de trampas inteligentes cromotrópicas, con placas solares y baterías que en teoría facilitarán a técnicos y agricultores conocer la presencia de plagas, transmitiéndoles las imágenes por telefonía móvil.

Lorenzo Cervera mostró la experimentación llevada a cabo en Ainia mediante la combinación de datos recogidos por cámaras hiperespectrales dispuestas sobre un dron y un robot terrestre.

Una nariz electrónica

La aportación de la Universitat de Valencia consiste en una 'nariz electrónica', dotada de sensores electroquímicos y ópticos para 'oler' la presencia de cotonet de Sudáfrica.

Lo que ha desarrollado Locatec es una aplicación móvil que pretende aportar al agricultor una guía informativa y fotográfica para facilitarle el reconocimiento de los insectos o ácaros que se detecten y saber si son plaga o no. Las fotos de campo se comparan con las de un banco de imágenes para determinar de qué se trata. Se añade un 'recomendador' de tratamientos fitosanitarios, con las materias autorizadas, dosis, etc.

Según la impresión general captada entre los agricultores asistentes, todo ello puede suponer avances, tal como se pretende, pero quizá falte tiempo para llegar a concretar cosas que realmente sean útiles y aporten ventajas sobre los medios y conocimientos que ya tienen los propios actores, empezando por su directa experiencia continuada sobre el terreno.

En casi todos los casos, los ponentes indicaron que todavía les faltaban puntos por completar o problemas que superar, tanto en la interpretación de imágenes como en la disponibilidad de energía suficiente (las baterías se descargan, las placas solares las roban) en el campo o la adecuada telecomunicación (en muchos casos no hay cobertura).

Por ahora, utilidad limitada

Pero aparte de lo que se reconocía, los agricultores detectaron otros indicios que les planteaban dudas. Uno de ellos dijo que mientras acudiría al dron, al robot o a la imagen hiperespectral, él ya habría repasado varias parcelas en menos tiempo, lupa en mano, para determinar si tenía araña roja en sus clemenules, con qué grado de invasión y si ya le convenía tratar. No le hacía falta más para ser eficaz.

En otro orden, entre los asistentes se comentó que algunos de los sensores y cámaras dispuestas en campo quedarían pronto arrasadas por los jabalíes, que son ya los grandes dominadores del territorio. Sobre un comentario referente a que idear unos dispositivos complejos para captar lo que un agricultor profesional ya domina de sobra no parece muy útil, a lo que un técnico presente respondió que sí que podría servir para casos de plagas aún no conocidas, como el HLB. Pero claro, eso exigiría que cada cual estuviara a diario mirando y remirando... Mejor debe ser que vigilen esas cosas quienes tienen el encargo oficial de hacerlo, y que lo hagan por todos para avisar si sucede.

La abundancia de sensores y cámaras de detección y la insistencia en profundizar en labores de diagnóstico que la mayoría de las veces no llegan a ser poroblema, pero pocas realizaciones para resolver los problemas. En otras latitudes se están desarrollando, mientras tanto, modernas máquinas autónomas para realizar tratamientos, escardas, labores de recolección, podas, etc. El secretario autonómico de Agricultura, Javier Bartolomé, advirtió que la sostenibilidad tiene que pasar por asegurar la parte económica, porque sino no habrá futuro.

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