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«Las naranjas son como hijas del sol, doradas y redondas como nuestro astro, muy jugosas, dulces y con un toque de acidez que cuando las tomas se despiertan y se avivan los sentidos». Esto es lo que decía Blasco Ibáñez en 'Cañas y barro' sobre el cítrico valenciano por excelencia. En contra de lo que él hubiera deseado, la típica imagen del kilométrico campo de árboles repletos de naranjas está más en entredicho que nunca. Poco a poco va viéndose sustituida en el imaginario colectivo por una escena bastante trágica: el campo abandonado, el fruto podrido, el llauro despojado de lo que más quiere. Y ahora, por si fuera poco, parte del naranjo hundido en el barro. ¿Qué escribiría hoy Blasco Ibáñez sobre el campo valenciano? ¿Cómo lo pintaría Sorolla en sus lienzos?
Cuando viene de fuera, la naranja realiza un viaje de más de 15.000 kilómetros desde Sudáfrica hasta el consumidor valenciano. En el siguiente mapa interactivo te mostramos la ruta completa que realiza la naranja.
Probablemente, a Blasco Ibáñez y a Sorolla 15.000 kilómetros les parecería una distancia demasiado grande cuando aquí tenemos nuestra propia naranja buena parte del año. No obstante, es una realidad que el abuso en las importaciones está provocando que cada vez haya menos productores valencianos de naranja. Para hacerse una idea de lo que pensarían ambos genios valencianos, no hay más que ver la evolución de la superficie total de cultivo de cítricos, que ha pasado de las casi 190.000 hectáreas cultivadas en 2008 a 156.000 el pasado 2022.
Entre mediados de septiembre y principios de octubre de cada año comienza la campaña de la naranja en España. Dura hasta mediados de mayo. Durante los meses estivales, la naranja que compramos no es de aquí, sino que viene de países lejanos como Sudáfrica, Argentina o, más cerca, Marruecos. En teoría, el fruto de fuera debería dejar de importarse cuando comienza la temporada, pero la comunidad agrícola critica que esto no ocurra así. ¿La consecuencia? Cosechas sin vender, campos abandonados e incapacidad para cubrir costes.
En el siguiente mapa, puedes observar cómo ha evolucionado el número de hectáreas de cítricos cultivadas en la Comunitat en los últimos años:
La naranja de fuera proviene fundamentalmente de Sudáfrica y Marruecos. Pero también de Egipto y Turquía. En cambio, la naranja autóctona, la valenciana, recorre una distancia exponencialmente inferior. Del campo a la mesa, como se suele decir.
Importar naranja de manera masiva conlleva una serie de problemáticas que erosionan cada vez más la situación de los agricultores locales. El secretario general de la Associació Valenciana d'Agricultors (AVA-Asaja), Juan Salvador Torres, pone en valor la naranja autóctona en comparación con la de fuera tanto por motivos de calidad como de defensa de la agricultura valenciana y la economía local. Y José Enrique Sanz, director general de IGP Cítricos Valencianos, refuerza este argumento y habla de la historia y el valor intangible de la naranja valenciana.
Juan Salvador Torres explica que la naranja autóctona es de una calidad muy superior a la de fuera. «Es muy fresca. Desde que se recolecta hasta que está en el mercado pasan tan solo tres días». En cambio, la naranja de fuera puede tardar «tres semanas o más» en llegar al mercado, lo que exige que tenga más conservantes químicos y que, en consecuencia, «se pierda sabor, vitaminas y frescura», concreta.
🎧¿Cuándo compras naranjas valencianas y cuándo las de fuera? Por José Enrique Sanz
Cuándo compras naranjas valencianas y cuándo las de fuera
Además, el secretario general de AVA-Asaja explica que la normativa europea «prohíbe gran cantidad de materias activas (pesticidas, herbicidas y fertilizantes) que en realidad están autorizadas por la ONU». Pero, paradójicamente, esa misma Unión Europea tiene un tratado de libre comercio con varios países de África Meridional (entre los que se encuentra Sudáfrica) que autoriza «el uso de materias activas fitosanitarias que dentro de los países de Europa están prohibidas por el daño que causan al medio ambiente».
La consecuencia de esto es que los cítricos españoles «están limpios y se conoce cualquier residuo que puedan tener», mientras que los de fuera «tan solo se inspeccionan en un porcentaje muy bajo», aduce Torres.
🎧El valor intangible de la naranja de Valencia, por José Enrique Sanz
Las condiciones asimétricas entre un modelo agrícola (el europeo) y otro (el de Sudáfrica), provocan que los costes de la naranja local sean bastante más elevados que los de fuera. Un modelo que, inevitablemente, ahoga al otro. Ante esta situación, el pasado 2023 se abandonaron 1.952 hectáreas de campo en la Comunitat Valenciana, el equivalente a 2.734 campos de fútbol. , un hecho que resulta especialmente trágico si se piensa que la naranja lleva en el campo valenciano desde el siglo XVI.
🎧Breve historia de la naranja valenciana, por José Enrique Sanz
Lejos de haber un horizonte halagüeño por delante, Vicente Faro, presidente del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV), habla de cómo las medidas que se implementarán próximamente en la Unión Europea empeorarán todavía más la situación:
🎧La naranja en Europa, por Vicente Faro
Según el informe sobre las consecuencias de la DANA en la agricultura elaborado por el Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV), un total de 808 hectáreas de cítricos se han visto afectadas, lo que equivale a un total de 748 campos de fútbol.
En el caso de las que han quedado inundadas tras la DANA, según el informe, han sido 188 hectáreas, el equivalente a 174 campos de fútbol. Estos datos se complementan con la información que aporta José Enrique Sanz, director general de la IGP Cítricos Valencianos. Según él, los datos aportados por los sindicatos agrarios elevan la merma de cítricos a alrededor del 15%. No obstante, Sanz considera que estará más bien en el 5% del total de la Comunitat Valenciana. En cualquier caso, explica que no habrá problemas de abastecimiento. «El problema ha sido de aguado y humedad sobre el fruto, pero nos hemos dado prisa en cortar donde se podía«. No obstante, matiza, si acotamos el daño al término municipal, hay un porcentaje mucho más elevado de afectados y daños. «Hay poblaciones con daños en caminos, infraestructura, cultivo…», dice.
La respuesta es clara: buscar la naranja local. No es precisamente más cara, puesto que al ser autóctona, los costes de transporte, combustible y demás intermediarios se reducen al mínimo.
🎧¿Cómo diferenciar la naranja local de la importada? Por José Enrique Sanz
Además, esta naranja es mucho mejor para la salud al carecer de materias activas que perjudican su integridad. Y, por último, es mucho menos contaminante
Si bien los cítricos autóctonos son más sostenibles porque no tienen materias activas que contaminan el medio ambiente, también hay otros factores que hacen de nuestros cítricos mucho más sostenibles que los venidos de fuera.
Por un lado, el campo siempre ha sido una forma natural de captar el CO2 de las ciudades. Según un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias del año 2011, el campo valenciano de aquel entonces captaba entre 800.000 y 900.000 toneladas de CO2 cada año, el equivalente a lo que emiten 150.000 vehículos.
Por otro lado, la naranja autóctona se ahorra un viaje que dura varias semanas y que la naranja sudafricana sí realiza, con todo lo que ello conlleva: los buques frigoríficos donde la naranja se mantiene a una temperatura que conserve sus propiedades utilizan generalmente combustibles fósiles que emiten dióxido de carbono (CO2), óxidos de azufre (SOx) y óxidos de nitrógeno (NOx), que contribuyen al cambio climático y la contaminación del aire.
Este reportaje ha sido realizado por LAS PROVINCIAS y Caixa Popular, la entidad cooperativa, valenciana, con valores sociales y solidarios. Una banca diferente que destaca por la gestión ética y profesional y por su solvencia. Una cooperativa que crece generando riqueza local, ocupaciones estables y con una sensibilidad social diferente a otras entidades. La principal entidad financiera valenciana se convierte en un ejemplo práctico de cómo la banca puede contribuir a una economía más justa y equitativa mediante los valores de la Economía Social.
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