Salvador Navarro: «Mazón es hoy el presidente. Y un líder debe dar ejemplo y confianza»

–Se cumplen cuatro meses de la dana, ¿cuál es la situación actual de las empresas?

–Sigue habiendo una situación compleja y eso lo da el parámetro de los expedientes que siguen por resolverse por parte del Consorcio. Por ejemplo, cerca del 65% del comercio aún no tiene ninguna notificación por parte del Consorcio. Hay un tapón. Porque también hay una composición de cierta demagogia por parte de la Administración, de que sólo la parte pública debe ser la que resuelva la situación de los ciudadanos cuando las compañías de seguros, el sector privado con Unespa, se han puesto a trabajar desde el inicio para intentar que determinados expedientes se trasladasen, es decir, colaboración público-privada. Ahora ya parece que se han dado cuenta. La situación es complicada por dos aspectos: por la parte de las soluciones porque al final el tejido productivo principalmente afectado es mucho pequeño comercio, mucho autónomo, comercio de barrio que aún no ha abierto y, sobre todo, aún no sabe si va a abrir, porque no tiene una notificación del Consorcio diciendo 'Usted va a cobrar tanto'. En el tema de los ICO, la gente que tenía que acudir ya lo ha hecho y la banca tradicional ha respondido. Y el segundo aspecto, la parte recriminable a la política es el campo de batalla actual en el que estamos inmersos. Esto es una confrontación política, una confrontación por ganar el relato y a la gente lo que menos le importa es quién ha sido la primera Administración en dar las ayudas. La gente, que aquí no son beneficiarios sino perjudicados, quiere sensibilidad por parte de las administraciones.

–¿Qué tenemos que cambiar?

–Tenemos que hacer una reflexión del antes y el después, porque esto va a volver a suceder aquí, en Málaga o en cualquier otro punto del país. Tiene que haber inversiones hídricas que están ya planificadas con distintos gobiernos. Esto es como la financiación autonómica. Si el PP y el PSOE no son capaces de ponerse de acuerdo entre ellos, mal vamos. Lo decía Felipe González, son los dos únicos partidos con visión de Estado, porque luego hay partidos nacionalistas, independentistas que en función de los intereses hacen –y esto ya lo conocemos lamentablemente en la Comunidad, donde otra vez estamos fuera de juego–. Tiene que haber un antes y un después. Aquí ha fallado todo el mundo.

–González decía esta semana en la asamblea de AVE que la dana es el fracaso de la política. ¿Lo comparte?

–Totalmente. Cuando yo digo que esto es un campo de batalla es en ese sentido. Todas las administraciones han fallado y la solución ha sido la confrontación. Esto genera desafección a la política y el mundo no está para eso. La política es lo contrario, debe estar para dar servicio a los ciudadanos. Porque se puede hablar también de la política como gestión. Ahí tenemos el ejemplo del Ministerio de Transportes y la Conselleria de Infraestructuras, que se pusieron a trabajar juntos. Pero ha habido otras administraciones que… [suspira] El clima político no beneficia. Y lo que estamos viviendo estos días no ayuda, porque afecta a la reputación de la Comunitat.

–¿Le preocupa que la imagen de la Comunitat vuelva a verse cuestionada por el ruido político?

–Sólo hay que ver los medios de comunicación, que recogéis lo que sucede en la vida diaria. Y la gente lo que quiere es certidumbre, que alguien le solucione los problemas. Quiere que el teniente general, que es de una administración, y el comisionado del Gobierno, que es de otra, se sienten a hablar. Y yo les diría que se sienten a hablar y que se olviden de los gobiernos porque serán más capaces. Ya es momento de que se pongan a trabajar. Lo que estamos viendo todas estas semanas es una absoluta locura. Hay que hacer una reflexión y los empresarios tenemos que salirnos de esta situación y la política que siga su curso. Afortunadamente la economía está funcionando bien, a pesar de la polarización de la política.

–Tras la dana las asociaciones empresariales (CEV, AVE, Cámara y Conexus) hicieron un comunicado conjunto en el que pedían unidad de acción, algo en lo que se ha insistido mucho desde entonces pero no se les ha hecho caso.

–Inicialmente, en los primeros días, sí que se veía unidad… Recuerdo la visita de Pedro Sánchez... Por cierto, el presidente del Gobierno debería estar mucho más. No, en realidad debería estar porque esta es una comunidad muy importante para el conjunto del país. Eso es una clara señal de que la política juega al corto plazo y a sus intereses y no cuenta con la sociedad. Y por eso la reflexión debe ser que los empresarios vayamos en el medio y largo plazo, con visión de futuro, porque en el corto está la política, lamentablemente.

–Decía la vicepresidenta Camarero en una entrevista en LAS PROVINCIAS que Mazón «lidera la reconstrucción y se va a volver a presentar a presidir la Generalitat». ¿Lo comparte?

–Hablar ahora de presentarse a unas elecciones… Sinceramente, no es momento. Debemos de estar centrados en la reconstrucción y en lanzar mensajes tranquilizadores. Esta es una comunidad muy importante y nos han focalizado todos los medios. Sinceramente, si yo estuviera en eso, estaría centrado en la reconstrucción, en hablar de la reconstrucción exclusivamente.

–Es presidente de una organización y sabe de la importancia de los liderazgos fuertes y que aglutinen equipos. ¿Es Mazón el líder que necesita en estos momentos la Comunitat?

–Eso son los votantes los que lo eligen y, por tanto, Mazón es hoy el presidente de la Generalitat. Y un líder tiene una función que es [silencio]... ser ejemplo y generar confianza.

–Si le pregunto por Mazón me viene a la mente otro nombre, Carlos Baño, presidente de la Cámara de Alicante, con quien ha habido fricciones, la última recientemente tras unas declaraciones en las que se atribuía la representación de las empresas y cuestionaba el papel de la CEV, sobre todo en Alicante. ¿En qué punto se encuentra esa relación?

–Lo primero, mi interlocutor no es el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante. En todo caso es Joaquín Pérez con el presidente de la Cámara de Alicante. Mi interlocutor es José Vicente Morata como presidente del Consejo de Cámaras, a quien me une una gran amistad y jamás ha habido problemas. Aquí sí que hay una cuestión importante en el momento en que alguien pierde el respeto institucional. No hay que olvidar que las cámaras tienen su papel de asesoramiento, de servicio a las empresas, pero no son representativas del mundo empresarial. La organización representativa es la Confederación, que es la CEOE de la Comunidad Valenciana o la asociación sectorial del metal o la del transporte, la que sea en su sector. Y siempre se ha vivido en un modo de convivencia, respetándose. En el momento en que alguien pierde el respeto institucional ha cruzado una raya roja. Esta es la situación. Creo que se ha hecho un trabajo por parte de todos de estar una organización autonómica importante, fuerte, independiente en lo económico, con posicionamiento en Madrid, etc.

–¿El problema es Uepal?

–No. Hemos tenido una reunión recientemente y lo trasladamos. El problema es que alguien considera que la Cámara es la organización representativa de los empresarios. Y eso, siendo una corporación de derecho público tutelada por la Administración, es bastante imposible.

–¿Todas estas luchas por la representatividad nos lastran como autonomía frente a otras instituciones?

–Por supuesto. Mientras estamos en eso no estamos hablando del Consejo Político Fiscal donde, por cierto, no se ha planteado un modelo nuevo de financiación autonómica, sino una quita a esta comunidad que está por debajo de las expectativas que plantean los expertos del IVIE. Ese es un ejemplo. Nosotros estamos trabajando con Asaja Alicante para estar en Madrid con un tema de agua importante para la provincia de Alicante, pero también para el interior de Valencia y de Castellón. Estamos hablando de productividad, estamos desplazados por parte del Gobierno en la negociación de las 37,5 horas, tenemos como país y como autonomía un problema de absentismo. Tenemos un problema con las empresas que están recibiendo ayudas con los minimis. Si hay alguien interesado en que en el peor momento de la Comunitat vuelvan a salir problemas entre las provincias... El foco lo tienes que llevar a solucionar los problemas.

–Le iba a preguntar por la financiación, pero casi ha respondido. ¿El plan de Montero, mejor dicho de ERC, es la solución?

–Me preocupa que este tema lo haya sacado el Gobierno con la presión de Esquerra. Me preocupa que Cataluña sea la que tiene la fortaleza de llevar a un gobierno a sacar este tema. Nosotros estamos perdidos, no somos capaces de sacar nada, porque cuando estamos con cuestiones internas no puedes estar en las externas. Y que no haya ninguna fuerza política, ¡ninguna!, ni Compromís (que tuvo su oportunidad cuando tenía cuatro diputados, ahora tiene uno), ni los diputados del PP ni los del PSOE, que sean capaces de ponerse de acuerdo… Entonces me disgusta que una fuerza independentista saque este tema en clave nacional, pero lo ha sacado.

–¿Llegaremos a una solución?

–Pues con la polarización que hay hoy en la vida política no habrá. No veo que haya soluciones de pacto de Estado (educación, energía, defensa, financiación autonómica...) en ningún momento.

–¿Con Yolanda Díaz bien?

–Bueno… Es la ministra de Trabajo y lo importante es tener el respeto institucional, luego crees o no, o estás o no de acuerdo. Es la interlocutora que te gustará más o menos, pero es la ministra de Trabajo sea del Gobierno que sea.

–¿Y el diálogo social?

–Este último mes, que creo que estamos todos un poco nerviosos, reconozco que Ismael [Sáez] no estuvo muy afortunado. Espero que eso se recapacite porque el diálogo social en este país, y sobre todo en esta Comunitat, ha dado muchos frutos y es una herramienta útil para todos: para trabajadores, para empresas y para administraciones.

–¿Temen que los presupuestos de la Generalitat traigan recortes en inversiones?

–Escuché a la consellera que iba a haber dos presupuestos, uno el normal y otro específico de la dana. Hay otra parte importante: la limitación financiera de la Generalitat está centrada en servicios sociales, educación, sanidad y la parte de intereses y ese es el presupuesto habitual, con un déficit como ha habido años anteriores. Aquí la reclamación ha de ser que la parte que no llegue de la Generalitat tiene que ponerla el Gobierno.

–¿Y teme la huida de inversores o una deslocalización de empresas por la coyuntura actual?

–Si esto se mantuviera en el tiempo, sí. Creo que por ahora no peligran, pero esto no lo podemos mantener en el tiempo, no podemos estar en el rifirrafe político permanentemente. Llevamos cuatro meses ya. Si esto se mantiene en el tiempo, al final el foco sale al exterior también. Porque estamos observados por inversores y por muchas entidades. Si esto se mantiene en el tiempo, me preocupa y, sobre todo, me preocupa la cuestión reputacional de la Comunitat.

–Ha dicho en varias ocasiones que la economía va bien a pesar de la polarización. ¿Hacia dónde van las empresas, que este lunes celebran su día?

–El futuro, desde luego, es que nos dejen trabajar, que la política genere certidumbre. Las empresas están muy centradas en su estrategia, en su compromiso con el territorio.

–¿Y el futuro de Salvador Navarro en la CEV?

–Ya lo he dicho en alguna ocasión: aún queda proyecto y posicionamiento en Madrid. Tenemos que ser capaces de exportar al resto del país todo lo que hacemos en la Comunitat. Y lamentablemente esa imagen hoy… se está exportando otra cosa.

–Y en la CEOE, ¿aspira a la presidencia?

–Lo he dicho muy claro también. Soy una persona del equipo de Antonio Garamendi. Es decir, si no se presenta a la reelección, la Comunidad Valenciana está dispuesta. Si se presenta, vamos a apoyarle como hicimos en las últimas elecciones. Y con eso está todo dicho.