El SEPE investigará los ingresos de toda la familia del desempleado antes de pagar la RAI

La Renta Activa de Inserción (RAI) es una ayuda no contributiva diseñada para proporcionar apoyo financiero a personas desempleadas que enfrentan situaciones de especial necesidad y dificultades para reincorporarse al mercado laboral. Este programa, gestionado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en España, busca ofrecer un sustento temporal a colectivos vulnerables como los desempleados de larga duración, personas con discapacidad, víctimas de violencia de género y doméstica, así como emigrantes retornados mayores de 45 años.

Una de las principales características de la RAI es que, antes de aprobar la ayuda, el SEPE investigará los ingresos de toda la familia del desempleado. Este requisito se centra en garantizar que los recursos se distribuyan equitativamente y lleguen a quienes realmente lo necesitan. Para ello, no basta con que el solicitante esté desempleado y registrado como demandante de empleo, sino que también se deben considerar las rentas de todos los miembros de la unidad familiar.

Si el desempleado tiene cónyuge y/o hijos menores de 26 años, o mayores con discapacidad, o menores en acogida, la suma de las rentas de todos los integrantes, dividida por el número de miembros, no debe superar el 75 % del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que para este año se establece en 600 euros mensuales.

No obstante, el SEPE no solo se limita a evaluar los ingresos, sino que también requiere que los beneficiarios estén inscritos como demandantes de empleo y mantengan dicha inscripción durante todo el período de percepción de la prestación. Además, deben suscribir un acuerdo de actividad, comprometiéndose a participar en programas de inserción laboral y búsqueda activa de empleo.

La cuantía mensual de la RAI es del 80 % del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), lo que se traduce en 480 euros al mes, sumando un total de 5.280 euros anuales.

Los colectivos específicos que pueden acceder a esta ayuda incluyen a personas con discapacidad, víctimas de violencia de género y doméstica, y emigrantes retornados mayores de 45 años. Estas personas, además de cumplir con los requisitos generales, deben acreditar su situación ante la administración competente y no haber sido beneficiarias de tres programas anteriores de la RAI.

Es importante mencionar que la RAI no es una ayuda que deba solicitarse inmediatamente después de agotar el paro. Puede solicitarse en cualquier momento de la vida laboral del individuo, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos. Sin embargo, quienes tengan pensado solicitarla deben estar atentos, ya que esta ayuda está programada para desaparecer.

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