Sergio Llorca, en la puerta de su local. JL Bort

Sergio Llorca, dueño de una pizzeria en Paiporta: «Me he ido apañando solo, ya que hay gran demanda de profesionales»

El propietario del establecimiento ubicado en plena zona cero trabajó en la recuperación de su negocio por su cuenta durante las primeras semanas ante la dificultad de encontrar trabajadores para hacerlo

Javier Gascó

Valencia

Domingo, 9 de febrero 2025, 00:55

En el camino hacia la reconstrucción se cruzan infinidad de historias. La de Sergio Llorca, propietario de una pizzería en Paiporta, y Toni del Toro, técnico de instalación eléctrica y propietario de TDT Instalaciones eléctricas y climáticas, evidencia uno de los problemas actuales: la ... falta de mano de obra puede ralentizar el regreso a la normalidad.

Publicidad

Un humilde local en la calle Maestro Palau de Paiporta empieza a volver a ser lo que antes del 29 de octubre fue: la pizzería Al Foc. Su propietario, Sergio Llorca, ha avanzado todo lo que ha podido por su cuenta ante el temor de quedarse estancado y no volver a abrir: «Decidí tirar hacia delante, con mucha ayuda de voluntarios y otras cadenas de pizza de Valencia, como Grosso Napoletano, porque no sabía lo que iba a recibir ni de ayudas ni del Consorcio, así que fui haciendo».

Llorca limpió, quitó escombros, tiró abajo la pared que divide su local en dos estancias y la volvió a levantar. Hizo todo lo que estuvo en su mano hasta que las dificultades técnicas le obligaron a buscar profesionales. «Me he ido apañando yo solo, porque hay una gran demanda. Llevamos tres meses con esto, que se dice pronto, pero ya es mucho tiempo. Así que no quería esperar mucho más, porque confío en abrir a final de mes», comenta el propietario de una pizzería que ha vivido seis años y una dana.

Antes de ponerse a llamar a destajo a números de electricistas que le pudieran ayudar a solventar los problemas eléctricos, cruzó la calle y fue a preguntar al negocio de Toni del Toro, donde encontró lo que buscaba para volver a empezar. Ahora, aunque hasta su local se hayan desplazado dos profesionales que manejan los cables con destreza, él no se baja de la escalera para colaborar en todo lo que sea posible.

Publicidad

Sergio desprende ilusión por volver. Tiene ganas de acabar ya con una reparación que, según sus cálculos, puede dispararse hasta los 30.000 euros. Y eso que parte del trabajo, sobre todo en la fase inicial, corrió por su cuenta.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad