Prototipo de un modelo de realidad aumentada en una fábrica. LP

Avatares, salud sin límites y fábricas autónomas: el mundo que nos espera en 160 años

Los expertos visualizan un futuro en 160 años con avances en biotecnología, inteligencia artificial y computación cuántica, donde la salud, el trabajo y la vida cotidiana serán irreconocibles

Lunes, 27 de enero 2025, 17:40

En 160 años, el mundo que conocemos hoy podría ser irreconocible. Las predicciones de los expertos pintan un panorama futurista en el que las ... fronteras entre la ciencia ficción y la realidad se desdibujarán gracias a avances tecnológicos y científicos que transformarán cada aspecto de nuestra existencia. Desde la exploración espacial hasta las interfaces cerebro-máquina, la humanidad estará ante un horizonte de posibilidades casi ilimitadas.

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«Es muy difícil imaginar dónde estaremos incluso dentro de 5 o 10 años, así que hablar de más de un siglo es un ejercicio abierto de imaginación», reconoce Gonzalo Belenguer, director general de REDIT. Sin embargo, apunta que las oportunidades son infinitas, comparándolas con los avances en astronomía que han multiplicado por diez las estimaciones del número de galaxias en el universo en solo una década. Esta perspectiva subraya el potencial de la tecnología para abordar necesidades y crear valor a una escala que hoy apenas comenzamos a entender.

Uno de los campos más prometedores es la salud. José Esteban Capilla Romá, rector de la Universitat Politècnica de València (UPV), augura avances en biotecnología, ingeniería biomédica y edición genética que extenderán nuestra esperanza de vida más allá de los 120 años. «Quizás vivamos en una era donde enfermedades incurables hoy sean cosa del pasado, y la producción de alimentos se realice en factorías que eliminen la necesidad de explotar intensivamente el medio natural», explica. Además, predice un mundo donde los avatares humanoides, las interfaces cerebro-máquina y las fábricas autónomas sean parte integral de nuestra vida diaria.

Carlos de Cozar, responsable del departamento TIC en Cámara Valencia, coincide en que los avances en manipulación genética e interfaces cerebro-computadora abrirán nuevos horizontes. «Imaginemos colonias autosostenibles en otros planetas, sistemas energéticos basados en fusión nuclear y, quizá, teletransportación cuántica. Todo esto garantizaría un suministro de energía ilimitado y transformaciones sociales que hoy parecen imposibles».

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Otro gran protagonista del futuro será la computación cuántica. Nacho Mas, CEO de Startup Valencia, cree que esta tecnología permitirá resolver problemas insuperables hoy. «En 160 años podríamos hablar de sistemas que simulen universos paralelos, optimicen cualquier sistema en tiempo real y revolucionen la toma de decisiones humanas y sociales», apunta.

Esta visión resalta el impacto de la tecnología en nuestra comprensión del mundo y cómo interactuamos con él. Para Ramón Ferrandis, CEO del CEEI, el futuro también estará marcado por la nanotecnología y la bioingeniería, que podrían erradicar enfermedades y fortalecer las conexiones humanas. Sin embargo, destaca que el éxito dependerá de un desarrollo ético y responsable de estas tecnologías.

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Salvador Navarro, presidente de la CEV, enfatiza la necesidad de tecnologías prácticas para abordar problemas reales como la gestión de recursos naturales, el transporte sostenible y la alimentación de una población en crecimiento. «Estas tecnologías no solo mejorarán nuestras vidas, sino que también ayudarán a proteger el planeta», sostiene.

La inteligencia artificial: más allá de los límites actuales

La inteligencia artificial (IA) es otra de las grandes protagonistas del futuro. José Esteban Capilla Romá augura que la IA será indistinguible de la humana en muchos aspectos, lo que podría transformar profesiones como la cirugía o el derecho. «La interacción con formas de IA que imiten las relaciones humanas será una realidad, aunque no estará exenta de riesgos», advierte.

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Carlos de Cozar visualiza una IA que comprenda y emule emociones humanas, enriqueciendo tanto las interacciones personales como las laborales. «Nos enfrentará a desafíos éticos importantes, pero también liberará a las personas para actividades creativas y estratégicas», explica.

Nacho Mas coincide, destacando que la IA será clave para la creatividad y la toma de decisiones complejas. Ramón Ferrandis subraya el papel central de la IA para resolver los grandes desafíos de la humanidad, siempre que se desarrolle de manera ética. Salvador Navarro, por su parte, destaca su potencial para transformar el entorno laboral y la comunicación global, aunque advierte sobre los riesgos relacionados con la privacidad y la ética.

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Sin embargo, Gonzalo Belenguer aporta una perspectiva más humanista. «Lo que nunca va a cambiar es la esencia humana, ese valor que nos hace únicos e insustituibles. La tecnología podrá copiarla, pero nunca igualarla», reflexiona.

La Comunitat Valenciana: un faro tecnológico

Finalmente, los expertos también reflexionan sobre el papel de la Comunitat Valenciana en este futuro tecnológico. Gonzalo Belenguer cree que la región tiene todo lo necesario para convertirse en un gran polo de innovación a nivel europeo, gracias a sus universidades, institutos tecnológicos y ecosistema emprendedor.

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José Esteban Capilla Romá señala que la Comunitat debe abrazar la revolución tecnológica para transformar sectores como el agrícola, industrial y turístico, además de desarrollar su potencial en áreas como el biosanitario, la IA y la robótica. «El futuro será brillante si resolvemos los retos demográficos, atraemos talento y reforzamos nuestro sistema de ciencia, innovación y tecnología», afirma.

Carlos de Cozar imagina una región líder en economía verde, con ciudades inteligentes y una infraestructura sostenible que aproveche su clima y recursos naturales. Nacho Mas comparte esta visión, destacando que la Comunitat puede convertirse en una referencia mundial en innovación tecnológica y calidad de vida.

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El futuro, aunque lleno de incertidumbres, también está cargado de posibilidades. Con avances como la computación cuántica, la IA y la nanotecnología, la humanidad podría estar al borde de una transformación radical que redefinirá el concepto mismo de lo que significa ser humano.

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