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¿Emprendo o trabajo para otro? Para los estudiantes o los empleados que quieren reenfocar su vida es, sin duda, la gran pregunta. Ahora, ... además, es el título del libro que ha escrito el empresario valenciano Eduardo Martínez (fue el propietario de las clínicas Atenea, adquiridas por el grupo Affidea hace dos años) para intentar compartir con el lector sus experiencias en la dirección de su propia compañía, con sus sacrificios y recompensas.
Autopublicado (se puede adquirir en Amazon) y con una recaudación por las ventas que serán donadas a alguna fundación u organización dedicada al emprendimiento, Martínez escribe capítulos cortos y ágiles en los que se recogen 100 reflexiones sobre estrategia empresarial y el día a día profesional y personal de un empresario. Desde sus inicios como trabajador por cuenta ajena en el mundo del transporte y la sanidad hasta el salto como emprendedor de su propio negocio, una red de clínicas implantadas en el área metropolitana.
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¿Qué ha sido más gratificante para él? ¿Dónde pone el peso de la balanza? «No hay una respuesta única. Haciendo una introspección de si ha merecido la pena o no el emprender, a pesar de que se podría interpretar como que es una historia más o menos de éxito, te diría que a pesar de todo, pues hay muchos sacrificios que hacer a lo largo de ese camino y también muchas recompensas, en mi caso el saldo neto ha sido positivo«, explica Martínez en una entrevista con LAS PROVINCIAS.
«Pero tampoco ha sido un positivo por goleada», añade. «Me ha compensado por cosas que tal vez no son las primeras que vienen a la cabeza de una persona cuando dice que quiere emprender», comenta. Y enumera aspectos como la satisfacción de los usuarios con el servicio, ser un proyecto que es el sustento de 270 familias o «haber mejorado la salud de miles de personas«. A su juicio, »esto no lo ofrece cualquier proyecto de emprendimiento«.
Además de las reflexiones finales, a modo de cuadro resumen («es muy fácil volver luego a ellas, mi objetivo es que se convierta en un libro de consulta el día de mañana»), el empresario plantea las que deben ser las 22 cualidades y habilidades «transversales» que debería tener un emprendedor, empresario, directivo o líder. De ellas, son tres las que considera «innegociables»: disciplinado, enfocado y resiliente. ¿Por qué?
«Disciplinado porque hay que hacer lo que toca cuando toca. El tiempo que haga falta y aunque no te apetezca. Si no eres disciplinado, regular va a ir la cosa. Dos, ser una persona enfocada. El foco para mí es fundamental porque, al final, si te dispersas va a ser difícil que logres los objetivos ya que te van a salir un montón de oportunidades. Y mientras estás emprendiendo hay que saber decir 'no' porque te van a alejar de tu objetivo principal. Y, tres, resiliente, pues vas a tener que vivir situaciones adversas y que te van a tumbar y vas a tener que ser capaz de volverte a levantar, seguir hacia adelante con con la misma ilusión, con el mismo entusiasmo que antes de iniciar esta aventura», reflexiona Martínez, que no se queda en «lo bonito» de ser emprendedor sino que explica los cuatro momentos más complicados a los que tuvo que enfrentarse, entre ellos perder el primer cliente o la pandemia de Covid.
¿El emprendedor nace o se hace?, se le pregunta al ahora escritor. «Imagino que hay algunos que nacen, sin duda, pero pienso que son muchos los aspectos que pueden encaminarte a ello. Es decir, yo no soy el ejemplo de emprendedor: de pequeño no quería ser empresario, no tenía tradición empresarial ni en mi entorno afectivo ni familiar. Fue algo con lo que me encuentro a los 32 años porque el proyecto previo no lo lidero yo. Entonces hay una situación vital, una oportunidad y un momento en el que puedes dar ese paso», reflexiona al tiempo que defiende que se puede ser emprendedor con 40 o 45 años.
La importancia de la formación económica («no hace falta que seas economista pero sí manejar ciertos conceptos»), las barreras de la Administración y otra «barrera cultural» ante el temor de «ser un empresario fracasado» son otros de los aspectos que pone sobre la mesa para un emprendedor, a los que añade «un buen plan de negocio y saber rodearte del mejor equipo de personas».
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