La empresa valenciana que transforma microorganismos en aliados industriales

Con un enfoque que combina ecología microbiana y tecnología avanzada, Darwin Bioprospecting se dedica a descubrir, aislar y estudiar microorganismos que tradicionalmente han sido difíciles de cultivar. «Nuestra tecnología única nos permite acceder al 99% de microorganismos que no pueden ser cultivados con métodos tradicionales. Aplicamos principios de ecología microbiana para mimetizar estos organismos en su entorno natural, lo que nos brinda información valiosa sobre su comportamiento y potencial», afirman desde la empresa.

«Gracias a esta tecnología propietaria, somos capaces de transferir este conocimiento a la industria, ofreciendo soluciones que no solo mejoran la eficiencia y sostenibilidad, sino que también amplían los horizontes de lo que es posible en ciencia y tecnología», añaden.

Al mando de este ambicioso proyecto se encuentra Cristina Vilanova, cofundadora y CSO, quien ha liderado la compañía hacia un crecimiento exponencial en el sector de la biotecnología. Su reciente reconocimiento en la 7ª Nit Biotec con el premio al Liderazgo Femenino subraya su impacto no solo en la empresa, sino en la comunidad científica en general. «Es el justo reconocimiento a una persona que ha liderado el crecimiento de una empresa pionera en biotecnología, destacando no solo por sus logros científicos, sino por la capacidad de generar propuestas de valor para la industria, y por crear un entorno laboral inspirador para otras mujeres», declaran desde la empresa valenciana.

«Cristina combina tres factores que pueden inspirar a otras mujeres: ciencia, juventud y emprendimiento. Su decisión de dejar una carrera académica prometedora para fundar esta compañía, demuestra su visión innovadora y su capacidad de liderazgo», aseguran.

Y es que en esta compañía, no se limitan a la investigación convencional; su equipo ha llevado la bioprospección a entornos poco explorados, desde el asfalto urbano hasta áreas de difícil acceso. Un ejemplo emblemático de su innovación fue el análisis de microorganismos presentes en chicles pegados en el pavimento. A través de este estudio, los investigadores no solo identificaron bacterias con potencial patógeno, sino que también descubrieron cepas capaces de degradar residuos plásticos. Un hallazgo que les valió el prestigioso Premio Ig Nobel en Ecología 2021, que reconoce investigaciones que despiertan la curiosidad y la reflexión sobre el impacto de la ciencia en nuestra vida cotidiana.

El enfoque de Darwin Bioprospecting también se ha expandido hacia el análisis de condiciones extremas, como las que se encuentran en los electrodomésticos comunes, como el microondas. Este aparato, que calienta alimentos mediante ondas electromagnéticas, se ha convertido en un nuevo campo de estudio para la empresa, ya que ofrece un entorno hostil para la vida. La investigación de microorganismos en este contexto busca no solo entender su comportamiento, sino también cómo podrían ser utilizados para mejorar productos y procesos industriales.

Darwin Bioprospecting está en la vanguardia de la biotecnología, integrando la sostenibilidad y la rentabilidad en su modelo de negocio. «No solo investigamos microorganismos inexplorados; traducimos estos descubrimientos en soluciones que mejoran la eficiencia industrial y abordan los retos medioambientales actuales» afirman desde la empresa. Su trabajo demuestra que la bioprospección microbiana no es solo una posibilidad científica, sino un imperativo para la innovación en sectores clave, desde la agricultura hasta la gestión de residuos.

A medida que avanzamos hacia un futuro donde la sostenibilidad es esencial, el papel de Darwin Bioprospecting se vuelve cada vez más relevante. Con un liderazgo visionario como el de Cristina Vilanova, la empresa no solo aspira a generar valor económico, sino a contribuir de manera significativa al bienestar del planeta y a la creación de un entorno laboral inclusivo y estimulante para la próxima generación de científicos.