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R. González
Lunes, 12 de diciembre 2022
El inversor Pablo Fernández, cofundador de Clicars y Clikalia, se ha hecho con el 21% de Gravity Wave, la startup de Calp que limpia de ... plástico los mares. El empresario y nadador de aguas abiertas lleva años trabajando para concienciar de la importancia de mantener limpios los océanos y con este paso pretende impulsar la labor de esta joven empresa y escalar su impacto.
-¿Qué le lleva a trabajar en la concienciación de la importancia de la limpieza de mares y océanos?
-Desde pequeño he vivido toda mi infancia en Alicante, he nadado en el Mediterráneo y con los años he visto como se ha deteriorado el mar. Y cuando he nadado competitivamente y en aguas abiertas por todo el mundo, he visto el problema en muchísimos sitios. Más de 400 millones de toneladas de plástico han acabado en el mar. Cada vez veo menos tiburones y más plástico. Eso me llevó a finales de 2019 a buscar empresas que estaban resolviendo de forma empresarial el problema del plástico. Hay muchas oenegés y fundaciones que limpian playas y hacen esfuerzos, eso está bien a nivel de concienciación, pero no ataca la raíz del problema.
-¿Cuál fue el fruto de esa búsqueda?
-Ahí fue donde di con Gravity Wave y fue el match perfecto.
-¿Cómo se puso en contacto con esta startup medioambiental?
-Resulta curioso. Soy el principal inversor de Adopta un Abuelo, otra empresa de carácter social, y otro inversor, que es directivo del BBVA, me comentó que en un evento había conocido a unos chicos de Alicante y hacían algo parecido a lo que yo estaba buscando y él nos hizo la conexión. Hablé con ellos, me fui a Calp y me enamoré del proyecto y de ellos como emprendedores. Desde el inicio hice una primera inversión y ahora, que la empresa ha crecido, he hecho otra hasta llegar al 21% y recapitalizar la empresa para que siga creciendo.
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-¿Qué opina de sus fundadores, Amaia y Julen Rodríguez?
-A mí algo que me motiva mucho de Gravity es que quiero que Amaia y Julen se conviertan en los nuevos héroes de nuestra sociedad. A día de hoy hay muchos jóvenes todavía siguen queriendo ser deportistas de élite, influencers, tiktokers o youtubers, dinero fácil, por no hablar de los que quieren ser funcionarios. La riqueza de las sociedades más avanzadas la crean los emprendedores y los empresarios y quiero que ellos se conviertan en referentes para nuevas generaciones a las que no les importa sólo el dinero, sino también el impacto social y medioambiental de lo que hacen.
-¿Cómo?
-Es posible ser empresario y generar riqueza para ti y para la sociedad y, al mismo tiempo, resolver una problemática social. España necesita role models de jóvenes que se lancen a resolver problemas sociales con una empresa y cuanta más gente haya así mejor nos irá como país, en lo económico, pero también como sociedad, en cuanto a los valores.
-¿Qué le parece la labor de Gravity Wave?
-Lo fundamental es que han conseguido algo complicado. Primero, que una empresa sea rentable. La mayoría de las startups pierden dinero y ellos han encontrado un modelo en el que se gana dinero haciendo el bien para el medioambiente. Pagan a los pescadores una cantidad por kilo de plástico retirado del mar y luego lo venden en forma de productos reciclados, con un precio que permite pagar todos los costes. Han hallado un modelo de negocio rentable y que crea empleo para resolver una problemática social.
-¿Es una empresa con gran proyección?
-Ha triplicado su tamaño y con recursos propios. Ese es su gran mérito.
-¿Cuáles son sus objetivos con esta inversión?
-Con mi experiencia como emprendedor y empresario, habiendo creado negocios como Clicars y Clikalia, que han superado en su conjunto más 1.000 millones de facturación y más de 2.000 empleados, mi principal labor como principal accionista es ayudarles a crecer lo más rápido posible, asesorándolos en el día a día, en cómo contratar talento, cómo lograr mejor financiación de los bancos, ayudar a conseguir clientes.
-¿Qué piensa de la tarea que llevan a cabo las startups sociales y medioambientales?
-Están aquellas que se basan en la buena intención, tienen una historia bonita, pero que no facturan, no contratan, no crecen y no escalan en su impacto social, que son la mayoría. Y yo lo que quiero es darle ese cambio, porque está muy bien resolver el problema social, pero no sólo a cien personas, sino que hay que ir a resolverlo a millones de personas.
-¿Cómo se consigue eso?
-Ahí tienes que ser muy disciplinado. Pensar que hay que originar unas ventas, cubrir unos gastos, tener unos planes. Muchas se relajan. La causa social justifica la ineficiencia empresarial y eso no puede ser. Para eso lo mejor es crear una fundación. El mayor reto que tienen es pensar como empresas, captar capital, crecer y competir como cualquier negocio.
-¿Cómo pueden las empresas aportar su granito de arena en la mejora del medioambiente?
-Creo que debe ser por racionalidad económica y no sólo por una buena intención. Se ha aprobado una ley de residuos plásticos que va a penalizar a las empresas que usen materiales plásticos. Luego están los esfuerzos de Responsabilidad Social Corporativa, que están empezando a avanzar mucho y no tanto por un tema greenwashing de dar mensajes de Marketing positivos, sino porque a los consumidores realmente les importa. Muchas empresas que hacen acuerdos con Gravity están declarando la neutralidad de plástico, para que retire del océano la misma cantidad que esa empresa produce. Y así conectan con sus consumidores. Eso es lo principal que pueden hacer las empresas porque cada vez más a las nuevas generaciones les importa el impacto ambiental de los productos que compran y de las empresas a las que se los compran.
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