
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Chema Bermell
Lunes, 13 de noviembre 2023
El ecosistema valenciano sigue creciendo y se consolida como el tercer polo de emprendimiento de España. Así lo atestiguan las más de 1.300 startups ... que están asentadas en la Comunitat Valenciana, un 16% más que en 2022. Pese a ello, la capital del Turia sigue estando lejos de los dos grandes ejes emprendedores del país, que son Madrid y Barcelona. Para atraer talento y potenciar el ecosistema emprendedor, un modelo del que puede aprender la Comunitat es el aplicado en Estonia.
El país báltico se ha convertido en un gran eje de atracción de empresas. Desde 2015, más de 28.300 compañías se han establecido en Estonia, de las cuáles 2.160 procedían de España. Según los datos del gobierno estonio, nuestro país es el quinto en la lista de los que más empresas han perdido en favor del país báltico, por detrás de Rusia, Finlandia, Alemania y Ucrania. Estos datos muestran que Estonia ha pasado de ser una nación con pocos habitantes y dificultades para generar empresas a ser referente para los emprendedores. ¿Cómo ha conseguido darle la vuelta a la situación?
Gran parte de su éxito estriba en que se trata de uno de los países del mundo más digitalizados. El 99% de la de sus servicios públicos son online y esto tiene una ventaja clara: las tareas administrativas se pueden hacer desde cualquier parte del mundo. En este contexto, en 2014 el ex-CIO (Chief Information Officer) de la República de Estonia, Taavi Kotka, tuvo la idea de crear el programa e-Residency, el cual ha situado al país báltico como referente dentro del mundo del emprendimiento.
¿En qué consiste el programa e-Residency?
El programa e-Residency de Estonia es una iniciativa que permite a ciudadanos no residentes obtener una identidad digital respaldada por el gobierno estonio. Aunque no confiere ciudadanía ni el derecho de residencia física, brinda acceso a servicios en línea, como la creación y gestión de empresas, firma digital de documentos de distinta índole y servicios bancarios electrónicos. Este programa es especialmente útil para emprendedores y profesionales que desean operar negocios en la Unión Europea sin estar físicamente en Estonia.
«El mayor poder de la e-Residency es que te permite hacer la mayoría de los procesos administrativos de forma online de principio a fin», expone Miguel Piñas, COO de Companio. Él e Ignacio Nieto son dos españoles que decidieron aplicar al programa e-Residency y fundaron en 2018 la startup Companio, cuyo fin es ayudar a otros emprendedores y empresas a desarrollar sus proyectos utilizando para ello las ventajas que ofrece el programa estonio. Explica Piñas que son colaboradores de Estonia y que poseer la tarjeta e-Residency es como tener «el notario en el bolsillo», ya que con ella se puede firmar casi cualquier documento legal de forma digital y segura. Además, señala que obtener la e-Residency es sencillo ya que solo debes pagar 120 euros y registrarte en la web de la policía. En un plazo de cuatro semanas puedes recoger la tarjeta en cualquiera de las embajadas del país. Apunta que entre las tareas de Companio está acompañar a los emprendedores en este proceso y ayudarles a establecer su empresa en Estonia. Para más información se puede consultar su web: https://companio.co/.
Ventajas para los emprendedores
Una de las ventajas clave que el programa e-Residency ofrece a los emprendedores es la capacidad de crear y gestionar negocios en línea de manera eficiente. La burocracia tradicional se reduce significativamente, ya que los trámites pueden completarse de forma remota. Este enfoque facilita la rápida puesta en marcha de empresas, permitiendo a los emprendedores concentrarse en otros aspectos en lugar de lidiar con procesos administrativos complejos.
La firma digital es otra herramienta poderosa que el programa e-Residency pone en manos de los emprendedores. Esta funcionalidad permite la firma legalmente vinculante de documentos a través de plataformas en línea, eliminando la necesidad de enviar documentos físicos o realizar reuniones presenciales. El acceso a servicios bancarios electrónicos es otro aspecto crucial que beneficia a las startups. Los titulares de e-Residency pueden abrir cuentas bancarias en Estonia de forma remota, lo que les permite gestionar sus asuntos financieros desde cualquier parte del mundo.
En este sentido, señala Miguel Piñas que solo es necesario que el domicilio fiscal de la compañía figure en Estonia y haya una persona de contacto, pero que el resto de trabajadores pueden operar desde cualquier parte del mundo. De hecho, él mismo se encuentra trabajando desde Portugal mientras su compañía, Companio, está ubicada en Tallin. Además, indica el COO que desde que accedes al programa y estableces tu compañía en el país báltico tienes acceso a los más de 200 organismos gubernamentales que Estonia dedica a ayudar a los emprendedores. Desde aceleradoras hasta entidades bancarias que allanan el camino a las startups.
En cuanto a la tributación en el país, no existen grandes diferencias respecto a los impuestos que se pagan. La gran ventaja estriba en que existe una tributación diferida sobre el impuesto de sociedades. Así lo explica José Ignacio Pérez-Fuster, abogado de fiscalidad en Metricson, firma que colabora con el programa e-Residency. «No es que sea un país sin impuestos ni mucho menos. Lo que hay es una tributación diferida sobre el impuesto de sociedades. Si no vas a repartir dividendos, tus beneficios no tributan», indica el letrado. «Esto premia la reinversión de dividendos en tu negocio. Es un sistema eficiente a nivel fiscal», apunta Pérez-Fuster y describe a la administración estonia como «más amena y menos sancionadora» que la española.
Por otro lado, advierte Pérez-Fuster que el programa no está orientado a todo tipo de emprendedores. Está focalizado a proyectos con una clara vocación internacional, que en el escenario más ideal cuenten con socios de diversas nacionalidades. Además, deben ser compañías digitales que no tengan la necesidad de presencia física como sería disponer de almacenes o tiendas. «Proyectos con un carácter internacional y no una fotocopia de una empresa española. Con un reparto de clientes que no sea sólo español. El programa está pensado para empresas con activos intangibles como pueden ser empresas de software o de servicios online. Que no tengan bienes inmuebles. Un funcionamiento más digital», indica el abogado y añade que «si todos los clientes son españoles y toda tu actividad se desarrolla en España, la Agencia Tributaria a buen criterio podría cuestionar la residencia fiscal en Estonia».
Preguntado por la posibilidad de replicar el modelo en España o en una parte del país, Miguel Piñas lo tiene claro: «Sí, es un modelo que podría ser totalmente replicado». A su juicio, «no ve excusas» para no hacerlo ya que «la eficiencia que genera en todos los niveles burocráticos es abismal». Señala que España debe superar sus problemas de falta de digitalización y avanzar en la coordinación entre administraciones para agilizar los procesos. «Cuando todo está 100% digitalizado, los avances son enormes», expone.Por su parte, José Ignacio Pérez-Fuster comparte la misma opinión con la salvedad de que nuestra legislación debe avanzar en la misma línea. «Ahora mismo, por como está planteada nuestra ley de sociedades, no sería viable al 100%», afirma e indica que nuestra regulación debe evolucionar para facilitar la implementación de figuras como la del nómada digital y que se dé un equilibrio entre tener la residencia fiscal en un lugar y la presencia física en otro. «En la Comunitat Valenciana se podría dar siempre que se admitiese por parte de España esa simbiosis entre tener una compañía en un lugar donde no reside la persona física. Haríamos bien en potenciar este tipo de estructuras», concluye.
Preguntado por la posibilidad de replicar el modelo en España o en una parte del país, Miguel Piñas lo tiene claro: «Sí, es un modelo que podría ser totalmente replicado». A su juicio, «no ve excusas» para no hacerlo ya que «la eficiencia que genera en todos los niveles burocráticos es abismal». Señala que España debe superar sus problemas de falta de digitalización y avanzar en la coordinación entre administraciones para agilizar los procesos. «Cuando todo está 100% digitalizado, los avances son enormes», expone.
Por su parte, José Ignacio Pérez-Fuster comparte la misma opinión con la salvedad de que nuestra legislación debe avanzar en la misma línea. «Ahora mismo, por como está planteada nuestra ley de sociedades, no sería viable al 100%», afirma e indica que nuestra regulación debe evolucionar para facilitar la implementación de figuras como la del nómada digital y que se dé un equilibrio entre tener la residencia fiscal en un lugar y la presencia física en otro. «En la Comunitat Valenciana se podría dar siempre que se admitiese por parte de España esa simbiosis entre tener una compañía en un lugar donde no reside la persona física. Haríamos bien en potenciar este tipo de estructuras», concluye.
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