FreeShakes, la solución para los intolerantes a la fructosa

Lamentablemente, este tipo de intolerancia no tiene cura y resulta imprescindible reducir su consumo al máximo para evitar que pueda derivar en una en un problema mayor, ya que es la causante de la mayoría de casos de colon irritable. Es por ello que, en el mercado comienzan a emerger diversas propuestas de alimentos sin fructosa. El problema llega cuando esta oferta se reduce a alimentos ultraprocesados, con niveles de azúcar desmesurados y un aporte nutricional casi inexistente.

Es precisamente la necesidad de que esta parte de la población pueda contar con alimentos de calidad que no perjudiquen su salud, el motivo de que Antonio Fenoll (CEO) y Pablo Penalva (CTO) crearan FreeShakes, un proyecto en fase de investigación que nace en la Universidad Miguel Hernández de Elche en 2019 «con el objetivo de mejorar la vida de los intolerantes a la fructosa buscando soluciones para reducir la fructosa de la fruta aplicando procesos biotecnológicos», asegura Fenoll.

Hasta el momento, ya han conseguido reducir en un 93% la fructosa en frutas como la manzana, la granada y la naranja. No obstante, Antonio confiesa que el mayor reto de la startup es conseguir que el sabor se vea afectado «lo menos posible». ¿Y cómo pueden conseguirlo? «Restaurando ese sabor con la ayuda de edulcorantes que sean capaces de digerir los intolerantes o bien, innovando con sabores, aromas e incluso combinando frutas y verduras». Y en eso están trabajando en este momento en FreeShakes, en conseguir una formulación saludable, de gran valor nutricional y «mínimamente procesada».

En este contexto, la biotecnológica se encuentra en búsqueda de financiación que le permita avanzar en el proyecto y poder comercializar su primer producto, que esperan tener listo en junio de 2024: 'Shaky', el primer batido de fruta sin fructosa. Un lanzamiento al que pretenden sumar otros productos, como fruta congelada, snacks saludables o fruta a modo 'potito' para bebés.

«Los niños son los que menos toleran los azúcares y a la vez los que más lo consumen». En este sentido, Fenoll destaca las nuevas familias ahora cuentan con información mucho más accesible y buscan alternativas más saludables para sus hijos. Además, apunta que, aunque el proyecto nace para dirigirse a los intolerantes a la fructosa, otras personas con enfermedades como diabetes, intestino irritable o simplemente, «personas que buscan seguir una dieta baja en azúcares», pueden beneficiarse de sus futuros productos.

En el desarrollo del proyecto FreeShakes, Antonio destaca la ayuda que ha recibido por parte del tutor del Parque Científico de la UMH, así como de distintos profesionales con experiencia en el sector que se han unido al proyecto para garantizar que los resultados sean óptimos.

A día de hoy, en FreeSakes se encuentran trabajando con «fermentaciones de 2,5 litros y nuestro objetivo es escalar hasta llegar a los 2.000 para tener la información necesaria para hacer una planta industrial». Centrados en el lanzamiento de su primer producto, Antonio es consciente de el objetivo de 2023 es recaudar capital para llevar al máximo nivel su tecnología y poder acercar el resultado de todo su trabajo al consumidor final: «Tenemos que conseguir un producto que esté bueno, libre de fructosa y que asegure que nuestra tecnología funciona».