Diego Sáez de Eguílaz, uno de los fundadores de la empresa MESbook Damian Torres
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El Google Maps de las fábricas: la empresa valenciana que surgió de un verano en Dénia

El proyecto de dos ingenieros industriales, MESbook, llamó la atención de Marc Zuckerberg y utiliza el Internet 4.0 para gestionar la industria a tiempo real

Marta Donat

Valencia

Lunes, 15 de julio 2024

En octubre de 1991, Fernando Molinuevo y Diego Sáez de Eguílaz se conocieron en las puertas de la Universidad Politécnica de Valencia. Diego acababa de mudarse a la ciudad y no conocía a nadie, pero Fernando, con su carácter afable, le invitó a unas cañas ... con su grupo de amigos. Así comenzó una amistad que, con el tiempo, evolucionaría en una relación profesional. Ambos eran ingenieros industriales con una carrera próspera, casados y con hijos. Durante este tiempo se habían convertido en unos 'frikis de fábricas', como ellos se autodenominan con orgullo, y un verano, hablando entre risas en la playa de Denia, deciden dejarlo todo por un sueño: revolucionar el sector fabril. ¿Cómo? Con un sistema de digitalización que además de integrar todos los elementos de una fábrica, la gestionase en tiempo real.

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Para entender su visión, basta con recordar cómo era viajar antes de Google Maps. En aquellos tiempos, se viajaba con el mapa en la mano y la pretensión de no equivocarse de salida. Los mapas de papel eran indispensables, y los imprevistos en carretera - accidentes, tráfico, obras - eran inevitables. Cualquier sorpresa podía esperarte sin previo aviso y la falta de anticipación empeoraba el trayecto. La llegada del TomTom, el navegador GPS, representó un avance al digitalizar las rutas, pero aún no lograba ofrecer una experiencia de conducción verdaderamente integral, que informará al instante de cualquier incidencia. Es entonces, con la llegada de la cuarta revolución industrial y el Internet 4.0, cuando el mundo se interconecta de manera inigualable. Esta transformación llega también a la carretera y afecta a aquellos que se encuentran detrás del volante. Google Maps revolucionó la forma de viajar, permitiendo que cada conductor supiese en todo momento qué esperar y cómo actuar.

De la misma forma, Fernando y Diego imaginaron un sistema para las fábricas que funcionase como Google Maps: una herramienta que no solo mostrara el camino, sino que optimizara cada proceso y anticipara cada problema, asegurando una eficiencia y precisión sin precedentes. Así, con una inversión modesta de '9k y 9000 horas' de trabajo nació MESbook en 2012. El nombre proviene de las siglas en inglés Manufacturing Executing System (MES), reflejando el sistema que utilizan para mejorar la productividad mediante tecnología avanzada. Por otro lado, la palabra 'book' hace alusión a la famosa red social Facebook cuya relación con la startup es muy curiosa. La empresa de Mark Zuckerberg contactó con ellos en sus inicios por su nombre similar y al descubrir que operaban en sectores completamente diferentes, permitieron que MESbook siguiera con su singular denominación.

El moderno espacio de trabajo de MESbook Damian Torres

«Estuvimos un año entero sin cobrar» confiesa Diego Sáez de Eguílaz, uno de los fundadores de MESbook. Y añade: «Siendo padres de familia y con nuestros últimos hijos naciendo en esta época, fue un año muy duro». A pesar de las dificultades, tenían claro que querían luchar por su sueño de mejorar la gestión de las fábricas para 'fabricar más, mejor y más barato'. Sus primeros clientes los consiguieron gracias a un PowerPoint y pronto despegaron con el apoyo de Lanzadera, que les dió el empujón que necesitaban. «Entramos siendo tres y salimos siendo cuarenta», explica Diego entusiasmado. «Estar en Lanzadera era como estar en casa porque te proporcionaban todo, no te tenías que preocupar por nada, solo por seguir trabajando», recuerda.

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Poco a poco, siguieron creciendo a través de su modelo de negocio basado en una cuota mensual. Empresas como Bimbo, Trolli y Sesderma confiaron en ellos e implementaron su sistema con éxito, reduciendo las mermas con la recolección de datos. En 2021, dieron su salto final: su primera ronda de inversión. Vendieron el 15% de la empresa e ingresaron cerca de 2 millones de euros para el desarrollo de la misma. «Fue la demostración de confianza más grande que hay», cuenta Diego con emoción. A partir de esa ronda, dejaron de tener aires de startup para empezar a formalizarse como empresa. «Cuando estás en una startup es como una pirámide invertida, tu estas abajo, a los remos. Cuando giras la pirámide, te conviertes en una empresa de verdad y lo que haces es ordenar mientras el resto ejecuta. Ahora ya estamos al timón», explica Diego.

Sin embargo, estar al timón conlleva grandes responsabilidades y un cambio en la cultura empresarial. «Cuando todo está listo y no funciona, es porque la cultura está fallando», señala Diego. Por ello, es crucial que los trabajadores integren los cambios en su ADN, al igual que ocurre en las fábricas, cuyos héroes tienen muchas preocupaciones, entre las cuales la digitalización a menudo no es una prioridad. Como respuesta, MESbook no solo ofrece la tecnología, sino también el acompañamiento necesario «para que su transformación digital se plasme en resultados tangibles». Con cerca de 200 proyectos en 15 sectores distintos, MESbook ha demostrado ser un sistema eficaz que ha mantenido a todos sus clientes este año. ¿El siguiente paso? «Hasta donde alcance la imaginación», concluye Diego.

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