La inteligencia china DeepSeek: de amenaza a un filón para el ecosistema valenciano

«Con la economía tan interconectada, un descalabro en cualquier bolsa tiene un efecto en todo el mundo. Aquí en el Ibex hubo algo de afectación en empresas relacionadas con tecnología», señala Hortelano, que insiste en que ese impacto en el mercado bursátil se basa en una corrección irracional que, según considera, se quedará sólo en eso, sobre todo tras la información que cada vez más se va conociendo sobre DeepSeek.

Lo primero de todo, es que esta Inteligencia Artificial, a diferencia de la de Open AI, dispone de un código abierto, por lo que es accesible a cualquier emprendedor y startup que busca crecer con el uso de una herramienta de este tipo. «La parte positiva es que es un proyecto que ofrece muy buenos resultados y costes muchos más bajos que sus competidores. Y además está en código abierto, lo que permite que te lo instales en cualquier dispositivo», explica Hortelano, que ve en esto un filón para el ecosistema emprendedor valenciano.

En ese sentido, destaca que es bueno para el consumidor y para las empresas españolas y valencianas que quieran desarrollar algo utilizando ese código. «Lo bueno del código abierto es que lo puedes mejorar y el bajo coste para otras empresas que quieren crecer es positivo. Las implicaciones a futuro a nivel de trabajo van a ser brutales y no somos capaces de ver lo que va a venir», asegura el experto.

Hortelano no esconde tampoco las sombras que rodean a esta tecnología. «Es un modelo que se puede utilizar perfectamente pero que tiene cierta censura o contenidos capados; pregúntale por la democracia china para comprobarlo», agrega Hortelano, quien también señala las limitaciones de ChatGPT, aunque con un prisma enfocado en la seguridad del usuario y la sociedad. «Hay que tener cuidado y precaución, pero animo a utilizarlo porque puede rebajar costes», insiste.

En cuanto al descalabro en la bolsa, Hortelano asegura que fue una sobrerreacción. «Todo lo que sale de China es muy opaco y tiene un componente importante geopolítico y de mensaje hacia el resto del mundo, por eso no hay que alarmarse al instante», asegura. Según explica, esta tecnología no parte de una empresa de cero, sino que procede de un multimillonario que llevaba años invirtiendo e investigando, lo que le resta potencial como competidor, ya que no se trata de una tecnología recientemente desarrollada, tal y como se creía tras su irrupción en bolsa.

Eso sí, este nuevo jugador hace aún más urgente una regulación en Europa que esté a la altura del desarrollo de nuevas tecnologías. «Creo que regular desde el desconocimiento, como hace Europa, en unos terrenos que van tan rápido y con estos competidores es un hándicap. Estoy a favor de la regulación, pero no de la regulación excesiva», asevera el experto, que recuerda la creación por parte del Gobierno de España de una agencia de regulación de la inteligencia artificial cuando no hay, si quiera, una industria estatal al respecto.

Según Hortelano, esta sobrerregulación en Europa aumenta más la brecha que hay en la industria tecnológica respecto a EE UU y China, que se disputan el mando del tablero geopolítico. «En un mundo como el que estamos es más complicado poner puertas al campo. Si Europa lo que quiere es convertirse en un terreno vallado bajo la excusa de la protección, no sé si es peor el remedio que la enfermedad, ya que estamos en una guerra absoluta con china y EE UU. Veremos cómo acaba, sobre todo con la victoria de Donald Trump», agrega Hortelano, que asegura que esta burocracia y regulación implicará que Europa pierda más peso en el tablero internacional.