El líder de inteligencia integral sobre viajes aéreos es valenciano

¿Cuáles serán los destinos preferidos por los españoles el próximo año? ¿Afecta de igual modo al turismo una catástrofe natural que un conflicto o atentado? ¿Es cierto que los cruceristas sólo pisan la ciudad para hacerse la foto? ¿Cuánto tiempo cuesta recuperar la confianza en un país concreto tras una epidemia? Estas son algunas de las preguntas que contesta ForwardKeys desde hace más de una década.

Hace 14 años, en Valencia, se fundó una empresa de inteligencia turística y análisis de datos. «En aquella época el big data, los análisis de datos no estaban tan de moda», explican desde ForwardKeys. El haber sido pionero en este tipo de empresa que almacena y ordena un tipo determinado de información ha permitido a la valenciana ser «referente mundial en el sector». Con representación en todos los continentes, 95 empleados distribuidos por el planeta, clientes en 85 países incluyendo desde ministerios a organizaciones turísticas a nivel local pasando por empresas del sector privado, la firma valenciana se caracteriza por haberse especializado en «datos de tráfico aéreo» pero analiza otras tipologías de datos como gasto o movimiento del turista a través de la geolocalización.

«Cubrimos tanto la oferta como la demanda. En la primera, analizamos las variaciones de las aerolíneas en sus planificaciones de vuelo, los asientos que éstas ofertan para volar en todo el mundo y como varían según el contexto. En el caso de la demanda, estudiamos todo el proceso del potencial viajero», relata Juan A. Gómez García, jefe de Inteligencia de Mercado. Esto es, desde las primera búsquedas que realizan los potenciales viajeros para buscar vuelos a través de buscadores online, como reservas de billetes realizadas tanto a través de aerolíneas como agencias de viaje que finalmente se llevan a cabo.

Explican desde la empresa que a diferencia de datos de organismos oficiales de estadística o de encuestas, la información objetiva por ForwardKeys permite anticiparse al futuro por su inmediatez: «A medida que las aerolíneas van cambiando las programaciones o que los turistas del mañana están haciendo búsquedas de vuelo o confirman sus billetes, nosotros recibimos esa información prácticamente a tiempo real, 24 o 48 horas en algunos casos.

Esto nos permite saber si se está buscando o reservando más o menos que en el mismo momento antes de la pandemia, por ejemplo». También sirve para comparar la previsión de llegadas en determinados momentos como la previsión del primer trimestre de 2024, con datos cruzados con la misma época en 2023 o en 2019.

«Podemos ver las macrotendencias a nivel continente o país pero nuestros datos pueden ir hasta el nivel de la terminal de aeropuertos como Barcelona o Madrid ver específicamente las llegadas para esas terminales», matiza. Es decir, se trabaja de forma global pero cerrando el foco a cualquier flujo de viajeros.

Si se preguntan para qué se utilizan estos datos, desde la empresa, despejan la incógnita. «Por ejemplo, un cliente que sea un destino, del sector público por ejemplo, éste utiliza esa información para entender qué mercados están más activados para poder atraerles.

También puede realizarse un estudio a posteriori para observar cómo han respondido a una determinada campaña de marketing». La manera en la que FordwardKeys comunica el resultado de las pesquisas varía en función de las necesidades del cliente:

Es lógico pensar que no sólo el sector turístico en concreto se beneficia de tener en su poder esta información. La hostelería o los comercios también deben fijar su atención al que también puede ser su público objetivo. «Desde grandes marcas, hasta los Duty Free de los aeropuertos, pasando por empresas de alquileres de coches por ejemplo pueden ver el tipo de turismo que llega y acomodar sus horarios, oferta y demás sabiendo si los que llegan son alemanes u holandeses, por ejemplo. También, en el caso de los aeropuertos, si saben que va a llegar un vuelo de China, poner a personas en un determinado horario que sepa mandarín», añaden.

Quizás el ejemplo más reciente y claro es el del mercado chino en la Tomatina. En verano, la empresa publicó un informe en el que registraba que de las llegadas del país asiático a Valencia desde junio hasta agosto, un 11% se circunscribe a la semana en la que se celebra la batalla de tomates de Buñol. En los últimos años la huella de carbono o el impacto medioambiental también se estudia.

Las preguntas no cesan en el sector y las empresas como ForwardKeys intenta responderlas. Un debate muy presente en Valencia, por ejemplo, es el de los cruceristas.

Estos viajeros tienen, para la mayoría de personas, algunas características peculiares que los diferencian de otro tipo de turistas. Por ejemplo, existe el estigma de que su llegada apenas repercute en la ciudad de destino porque sólo bajan a hacerse la foto: «A través del acumulado de datos de las aplicaciones de geolocalización, que agregan este tipo de información siempre respetuosa con la ley de protección de datos europea, podemos saber por dónde y a qué hora discurren los turistas».

En uno de los últimos estudios elaborados para Visit Valencia se comprobó que la mayoría de los cruceristas no sólo desembarcan para visitar lugares como Ciutat Vella o la Ciutat de les Arts i les Ciències, sino que regresan al puerto después de comer, por lo que la hostelería puede aprovechar estas visitas. También se incide en los informes de la falta de convenios entre las navieras y determinados museos para evitar que éstos pasen desapercibidos entre los turistas.

A nadie le pasa desapercibido que cada año, o temporada, hay un destino de moda. Acerca de cuál o cuáles son los factores que determinan qué país o ciudad va a ser el más visitado en un determinado momento, responden: «Es un conjunto de casuísticas y de eventos que influyen. El viajero es muy influenciable a través de redes sociales, según los precios, la disponibilidad de vuelos y si es fácil o no llegar al lugar».

Esas decisiones están muy marcadas tanto por los conflictos o atentados como por las catástrofes naturales. Aunque todavía habrá que esperar para definir de manera óptima una línea de comportamiento, sí que reconocen desde ForwardKeys que el cambio climático va variando ligeramente las tendencias de los viajeros. «El hecho de que en julio haya grandes olas de calor en el Mediterráneo empieza a beneficiar al norte de Europa mientras desestacionaliza el turismo en zonas como esta en la que los turistas se animan a desplazarse en septiembre e incluso octubre donde también pueden disfrutar de esas suaves temperaturas que buscan», concluye.

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