30 procesos y 140 tareas para alcanzar una ayuda pública

"En España sacar una ayuda pública y gestionarla supone pasar por 30 procesos administrativos y 140 tareas de media. Es una pesadilla", resume Fran Estevan, CEO de WeGrant, una 'fintech' valenciana que ha creado, a través de la inteligencia artificial, una herramienta de 'matching' de ayudas basada en algoritmos que tienen en cuenta las características y necesidades de cada empresa y que calculan la probabilidad que tienen de obtener las ayudas que mejor se ajustan a sus proyectos de inversión. La tasa de éxito, asegura, es del 80% y confía en aumentarla.

¿Su objetivo? Simplificar los procesos para las empresas y evitar una "hiperinflación en la solicitud de ayudas" porque "se presentan muchas solicitudes y se consiguen pocas". "Con los simuladores podemos saber en qué convocatoria se puede tener más éxito; si las probabilidades son bajas, se recomienda otra", dice.

Según Estevan (que también es CEO y cofundador de la aceleradora Innsomnia), tras la aprobación de los fondos europeos Next Generation las empresas nunca habían tenido a su disposición tal volumen de financiación pública. "Tienen diez veces más fondos que antes pero a esa multiplicación no se ha ligado ni más medios digitales ni más funcionarios por parte de las administraciones", explica.

Lo que se traduce en que si se tardaba entre cuatro y seis meses para resolver una ayuda, ahora la demora puede prolongarse hasta un año. Y menciona a Alemania, Italia o Francia, países que han sido más ágiles en las resoluciones que España. En el caso del país galo, por ejemplo, "las ayudas se trabajan de forma instruida, con mucho acompañamiento a las empresas", apunta Elena Femenía, directora general de WeGrant.

Ante este panorama, y con la experiencia previa de los 15 años de trabajo en otras compañías, esta 'fintech' valenciana ofrece algo tan básico como simplificar todo el proceso de financiación pública para empresas: desde la detección de las ayudas, hasta la tramitación, redacción y justificación. "Hacemos un planteamiento integral", detalla el CEO. Algo así como un 'tres en uno': consultoría de financiación pública, plataforma tecnológica y acceso a la financiación, ya que actualmente trabajan con cuatro entidades financieras. "Los avales son muy importantes en estos procesos, por eso trabajamos desde la fase inicial con los bancos", añade.

Hasta el momento han desarrollado 150 proyectos de inversión para los que se han solicitado 900 millones. La previsión para 2023 es solicitar para sus clientes más de 1.000 millones en áreas como la reindustrialización, la digitalización de la agricultura o la transición ecológica.

¿Hay un perfil de empresa que busca ayudas públicas? "Una empresa mediana de 50 trabajadores que solicita ayudas de entorno industrial o I+D para hacer inversiones relacionadas con sostenibilidad y eficiencia energética. Oscilan entre el medio millón o el millón de euros", enumera el CEO de la 'fintech'. En la Comunitat se traduce en sectores como textil, juguete, plástico o calzado.

Eso para sus clientes. Respecto a la propia WeGrant, con sede en La Marina y que ha cerrado 2022 con 3,5 millones de facturación, su objetivo es abrir oficinas en Barcelona y en Madrid, además de en Francia, donde ya tienen un acuerdo con BNP. Polonia, Rumania, Bélgica e Italia también están en su horizonte, así como alcanzar el centenar de empleados (actualmente la plantilla la conforman 35 personas).